El río Tâmega nace en Orense y desemboca en el Duero a su paso Portugal, y es la pieza clave del proyecto bautizado por Iberdrola con el mismo nombre, una obra que la compañía concluirá en 2021 (primera fase) y 2023 (segunda y última fase). José Ignacio Sánchez Galán, presidente y consejero delegado de la compañía, ha visitado las obras junto al primer ministro portugués, Antonio Costa, coincidiendo con la consecución de dos tercios de la misma.
El complejo hidroeléctrico Tâmega, uno de los más grandes de estas características construido en el último cuarto de siglo por la compañía en Europa, incluye la creación de tres presas y tres centrales (Gouvães, Daivões y Alto Tâmega) que permitirán almacenar la energía equivalente a 400.000 baterías de coche.
Le energética española invertirá 1.500 millones de euros en su construcción y ha supuesto la creación de 13.500 millones de puestos de trabajo directos e indirectos. El complejo Tâmega aportará casi 900 MW de capacidad de bombeo (+40% para Portugal), con los que Iberdrola superará los 4 GW mediante esta tecnología clave para la estabilidad del sistema en la Península Ibérica.
Iberdrola invertirá 1.500 millones de euros hasta 2021 en la obra
Iberdrola tiene en Portugal uno de sus mercados clave. Es la tercera compañía eléctrica del país por cuota de mercado, la primera suministradora de electricidad al sector industrial y la segunda en número de clientes residenciales.
La mayor central de este tipo está en España
La mayor de las construcciones de este tipo se encuentra en España. La Muela II, situada en el embalse de Pallás, produce con el agua del río Júcar 800 gigavatios hora (GWh) al año (permite atender las necesidades de 200.000 hogares), mediante el aprovechamiento de un salto de agua de 500 metros de altura.
El almacenamiento que proporciona la tecnología hidroeléctrica de bombeo es clave para garantizar la estabilidad del sistema eléctrico ante la intermitencia de otras fuentes de energía renovables, como la eólica o la solar fotovoltaica, que están llamadas a desempeñar un papel clave en la transición energética que propiciará la descarbonización de la economía.