Economía

Tavares, CEO de Stellantis: recortes de gastos y despidos pero un 60% más de sueldo

El máximo dirigente del grupo Stellantis, conocido por sus políticas de ajustes de gastos y de plantilla, recibirá una remuneración de 36 millones de euros, un 60% más que hace un año

  • Carlos Tavares cobrará más de 36 millones de euros de salario del año 2023.

Es considerado como uno de los grandes ejecutivos de la industria del automóvil, pero también reconocido por sus agresivas políticas de contención de gastos que, en los últimos meses, ha llevado a numerosos ajustes de plantilla en todo el mundo.

Y es que el máximo directivo de Stellantis, que inició su carrera profesional en los años ’80 en Renault y luego en Nissan, se sumó en 2014 a las filas del entonces Grupo PSA, llegando al más alto cargo años más tarde tomando en 2021 el liderazgo del nuevo grupo Stellantis, unión de los Grupos FCA y PSA y siendo uno de los principales responsables de la fusión.

Y en todos sus años al frente de estos grandes grupos automovilísticos, Tavares siempre ha sido conocido por su estrictos planes de ajustes económicos, siendo el ahorro casi una obsesión, y ha llevado a Stellantis a conseguir grandes márgenes de beneficios en un grupo que está conformado por 14 marcas diferentes y que ya se ha situado como el cuarto mayor fabricante del mundo tras Volkswagen, Toyota y Mercedes-Benz.

Unos resultados económicos sin duda exitosos a costa de una política de ahorro muy agresiva que ha llevado a aumentar aún más sus ya elevados emolumentos. Así, los accionistas del Grupo Stellantis han dado el visto bueno a un paquete de remuneración de 36,5 millones de euros del ejercicio 2023, convirtiéndose en el directivo mejor pagado del sector de la automoción.

En concreto, el 70% de los accionistas del grupo votaron a favor de subir el sueldo del directivo en la junta de accionistas, que supone casi un 60% más respecto a los 23,4 millones que ganó en 2022, incluyendo un nuevo incentivo por valor de 10 millones de euros vinculado al cumplimiento de los objetivos de electrificación y software, en un momento en que Stellantis está siendo objeto de mayor escrutinio en países como Italia y Estados Unidos debido a los recortes de plantilla.

Este respaldo al paquete retributivo de Tavares llega después de que los accionistas rechazaron el plan de remuneración del directivo correspondiente a 2021 en una votación no vinculante tras la oposición de accionistas galos. Por contra, el año pasado votaron un 80% a favor de la retribución de 2022.

Controversia en Italia por los ajustes

En Italia, el grupo surgido de la fusión de los grupos italo-estadounidense Fiat Chrysler y el francés Groupe PSA, ha estado sumido durante semanas en una controversia con el Gobierno de la primera ministra, Giorgia Meloni, sobre los planes para reducir la plantilla y trasladar la producción de vehículos eléctricos a países que tienen menores costes de producción, como Polonia.

Stellantis y otros fabricantes de automóviles para el mercado masivo, incluidos Renault y Volkswagen, están encontrando dificultades para fabricar vehículos eléctricos asequibles de manera rentable, lo cual es crucial para competir con rivales chinos y evitar la desaceleración en la implantación de vehículos eléctricos.

La semana pasada, miles de italianos se unieron a los trabajadores en huelga cerca de la base del fabricante de automóviles en el norte del país transalpino. Stellantis apunta a una reducción de su fuerza laboral en Italia en un 8%, o aproximadamente 3.700 puestos de trabajo, según el sindicato Fiom.

En Estados Unidos, la empresa ha iniciado el despido de miles de empleados suplementarios en Detroit, Toledo y Ohio, y está eliminando más puestos en Francia, según los comunicados de los sindicatos locales.

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