El segundo mayor accionista de AENA, el fondo TCI, ha reforzado su posición en Atlantia, el grupo italiano que tomará el control de Abertis a lo largo del tercer trimestre del año, si se cumple el calendario previsto. Y precisamente lo ha hecho semanas después de realizar sus primeras desinversiones en el gestor aeroportuario español, en cuyo capital está presente desde su salida a Bolsa, en febrero de 2015. Con las últimas operaciones, TCI ya controla casi el 6,5% del grupo italiano de concesiones de infraestructuras, aunque en su mayor parte a través de instrumentos derivados.
Paradójicamente, a mediados del pasado año TCI quiso convertir a AENA en rival de Atlantia por el control de Abertis. El presidente y fundador del fondo, Christopher Hohn, que se sienta en el consejo de la dueña de la red de aeropuertos españoles, propuso que AENA lanzara una oferta por Abertis para competir con la que había lanzado Atlantia unas semanas antes.
Por entonces, el Gobierno español echó abajo la operación y frustró los planes de TCI, que posteriormente rechazó el ofrecimiento de ACS de sumar fuerzas para intentar desbancar a la compañía italiana como comprador de Abertis. A comienzos de 2018, precisamente unos días antes de que Atlantia y ACS anunciaran un acuerdo para comprar conjuntamente la concesionaria española, TCI irrumpió en el capital de la italiana al anunciar una participación del 5%, a través de la adquisición de acciones (aproximadamente un 1,5%) y de instrumentos derivados.
En los últimos días, TCI se ha hecho con más derivados sobre títulos de Atlantia, lo que ha hecho que declare a la Consob (el supervisor del mercado transalpino, equivalente a la CNMV española) una participación del 6,3%. A mediados del pasado mes mayo TCI sorprendió al mercado con la colocación acelerada de un 2,7% de AENA, operación por la que el fondo ingresó 696 millones de euros. Ya a finales de marzo había llevado a cabo la venta de pequeños paquetes de acciones, que en conjunto apenas sumaban un 0,4% del capital del gestor aeroportuario.
La transición de AENA
Este cruce de operaciones llega en momentos cruciales tanto para AENA como para Atlantia. La primera está a expensas de conocer el futuro de su consejo de administración, que cambiará de forma notable con motivo de la llegada del Gobierno de Pedro Sánchez tras el triunfo de la moción de censura al Ejecutivo de Mariano Rajoy el pasado 1 de junio. Esos cambios, que incumben también al presidente, Jaime García-Legaz, llegan justo cuando se acaba de aprobar el plan estratégico de la compañía, que tendrá que implementar el nuevo consejo.
Una situación de incertidumbre que se ha dejado sentir en los mercados, igual que la salida parcial de TCI. Desde que se llevó a cabo la operación, los títulos de AENA han sufrido una caída superior al 13%, más del doble que la que arrastra el Ibex-35 en este mismo periodo (un retroceso del entorno del 6%).
Mientras, Atlantia afronta la recta final del largo camino para hacerse con Abertis, que comenzó a mediados de mayo de 2017, con el anuncio formal de la primera oferta sobre la concesionaria española. Por el momento, las riendas de la adquisición las está llevando Hochtief, filial alemana de ACS, que fue la encargada de lanzar la OPA definitiva para comprar Abertis.
Hochtief ha emitido una orden de compra continuada sobre acciones de Abertis al mismo precio de la oferta (18,36 euros) para tomar los títulos que no acudieron a la OPA y que aún no controla. Cuando ese proceso acabe y la compañía alemana tengo el 100% de Abertis, llegará el momento de traspasar esas acciones a la sociedad que crearán conjuntamente ACS y Atlantia, en la que el grupo italiano tendrá la mayoría (el 50% del capital más una acción).