Por una vez y sin que sirva de precedente, el Banco Central Europeo ha sorprendido a los mercados. No es su costumbre. La ortodoxia llevada a cabo por Wim Duisenberg, Jean-Claude Trichet y Mario Draghi, los tres primeros presidentes de la institución monetaria que gobierna la política de los países que comparten en euro, ha saltado hecha trizas con Christine Lagarde en su tercer año de mandato.
Cuando todo el mundo esperaba una subida de 25 puntos básicos en el precio del dinero, la ex-directora gerente del Fondo Monetario Internacional, hoy al frente del BCE, se despachó el jueves día 21 con un aumento de 50 puntos básicos, que ha dejado el tipo de interés de referencia para la región en el 0,50%.
Hay expectación por la próxima salida del Tesoro Público español a los mercados de deuda. La última apelación a los inversores fue el día 20 de julio, con emisiones de bonos y obligaciones a medio y largo plazo. Hay expectación, insisto, pero también mucho miedo acerca de cuánto pedirán los inversores institucionales por hacerse cargo de una parte de nuestro endeudamiento.
“España va a tener que pagar más por sus emisiones de deuda”. Así de claro ha sido Manuel Pinto, analista de XTB, al ser preguntado por cuál puede ser el comportamiento natural de los mercados. No le falta razón. Antes de que el BCE anunciara públicamente, el pasado 9 de junio, su intención de subir los tipos de interés del 0% al 0,25%, España tenían en tipos negativos tres de sus opciones de deuda a corto plazo: las Letras a 3, 6 y 9 meses. Hoy, solo le quedan las Letras a 3 meses, a pesar de que su tipo marginal ha aumentado un 58,6% entre el 10 de junio y la última subasta de julio.
Es donde más se ha notado el aumento porcentual, pero no el único. Las letras a 6 meses, que el 7 de junio ofrecían un tipo de interés del -0,055%, hoy tienen que pagar (la última subasta de julio) el +0,134%. Las Letras a 12 meses, una de las fórmulas más habituales empleadas por el Tesoro en la financiación a corto, han pasado de comprarse al 0,504%(7 de junio) a hacerlo a 0,72%, un 42,8% más.
Intereses de la deuda
Lo mismo, más o menos, ha sucedido con los plazos más largos. Los bonos a tres años, que se vendían en el mercado a un interés marginal del 1,202% a comienzos de junio, hoy ofrecen una rentabilidad del 1,437% en la última subasta llevada a cabo por el estado español. Es un 19,55% más.
En el bono de referencia de la deuda de cualquier país, a diez años, el 2 de junio, unos días antes de que el BCE anunciara la subida de 25 puntos básicos del precio del dinero, pagaba un interés del 2,067%; en la última subasta tuvo que ofrecer un 2,550%, un 23,36% más.
Son muchos los factores que influyen en el mercado de renta fija, no solo el precio oficial del dinero. Manuel Pinto, analista de XTB cree que la segunda mitad del verano “va a ser difícil”. En su opinión, “las próximas elecciones en Italia son un riesgo importante para el mercado; la posibilidad de que la economía estadounidense entre en recesión este mismo año tampoco es descartable. El problema es que cuando las cosas van bien en la economía de Estados Unidos hay posibilidades de que el optimismo se traslade a Europa, pero cuando van mal, la certeza de que tendrá consecuencias es absoluta”.
Hay expectación pero también mucho miedo acerca de cuánto pedirán los inversores institucionales por hacerse cargo de una parte de nuestra deuda
Pero hay otro factor importante de incertidumbre: la fiabilidad de Alemania ha quedado en entredicho. Por primera vez en muchos años, la balanza comercial presenta déficit, algo impensable hace unos años.
En su opinión, septiembre puede ser muy duro. No solo por los inciertos resultados de las elecciones italianas, sino porque para ese mes el BCE adelantó la posibilidad de una segunda subida del precio del dinero. No existe una correlación entre la subida del tipo de referencia del BCE y el coste al que los países emiten su deuda. En 2008, el precio oficial del dinero del BCE estaba en el 3,75% y el bono soberano español, al 3%. Tres años después, el tipo rector del BCE bajó al 1,25% y el bono español alcanzó máximos históricos, por encima del 7%, con la prima de riesgo rozando los 650 puntos básicos en algunos momentos.
El analista de XTB cree que “agosto puede ser un buen mes para salir a vender deuda en los mercados internacionales, quizás porque más adelante puede ser peor”.