En mitad de las dudas sobre la credibilidad del euro, el Tesoro suma las suyas. El Estado se prepara para emitir deuda española en divisa extranjera, es decir, en dólares y en yenes, por valor de hasta 6.000 millones de euros, según consta en el Informe Económico y Financiero de los Presupuestos Generales del Estado de 2013. Tradicionalmente, el Tesoro suele reservarse esa posibilidad pero no se ha usado desde el año 2010. 2013 será diferente porque hay una decisión firme de hacerlo ante la huída de inversores que han preferido esquivar el riesgo que acarrea la moneda europea.
El Tesoro intenta "ampliar la base de posibles inversores que a día de hoy temen el colapso del euro"
El objetivo es, según fuentes del Tesoro, "ampliar la base de posibles inversores que a día de hoy temen el colapso del euro" pero que puedan sentirse atraídos por las altas rentabilidades que sigue pagando España por colocar sus letras y bonos. Para ello se ha reservado hasta un 7,6% de las nuevas emisiones de deuda que el Estado pretende realizar en los próximos meses.
La deuda en divisa extranjera suele emitirse por sindicación y los inversores suelen exigir una cobertura o seguro. Esos dos factores suelen encarecer la emisión. Sin embargo, las actuales condiciones macroeconómicas y el afán de muchos inversores por ponerse a cubierto hace previsible que este año sí haya réditos en este tipo de operaciones que se habían descartado en los últimos años. De hecho, el saldo de deuda viva en divisa no llega a los 5.000 millones de euros con lo que las nuevas emisiones en 2013 podrían multiplicar por dos su volumen.
Emisiones a más corto plazo
La desconfianza también se percibe en el calendario del Estado. La práctica totalidad de las emisiones del Tesoro suele consistir en deuda a largo plazo. Este año, un 41% del total de las emisiones se han reservado para letras de corto plazo, especialmente las que tienen vencimientos de 12 meses.