Economía

Los contratos temporales aumentan el riesgo de pobreza incluso años después de dejarlos atrás

Tener o haber tenido un contrato temporal aumenta el riesgo de pobreza incluso años después de haberlo dejado atrás. Es la conclusión que dejan los datos de Eurostat que reflejan que llegar al salario medio en España cuesta ahora hasta diez años.

Tener o haber tenido un contrato temporal aumenta el riesgo de pobreza incluso años después de haberlo dejado atrás. Es la conclusión que arrojan los datos de Eurostat recogidos en el Informe sobre la Desigualdad en España 2013 de la Fundación Alternativas. Según esos datos, los menores salarios de acceso al mercado inherentes a los contratos temporales “llevan a los trabajadores que han pasado por esos trabajos a soportar un diferencial de riesgo de pobreza prolongado en el tiempo”.

La menor formación en el puesto de trabajo y la “frecuencia con la que los trabajadores temporales transitan al desempleo” impiden que las revalorizaciones salariales se acumulen y persiguen durante años a aquellos que acceden al mercado laboral con uno de esos contratos temporales.

Según ese informe, esa modalidad de contrato es la que más se ha depreciado durante la crisis. Como consecuencia de ello, la tasa de pobreza entre quienes se encuentran en el mercado laboral como temporales ha crecido del 12,1 al 13% de la población, según datos de la Encuesta de Condiciones de Vida del INE. 

La pena- lización de ese tipo de contra- to se está prolon- gando años después de haberlo dejado atrás. Por ello, los trabajos fijos o a tiempo comple- to tampo- co sirven ya como garantía para evitar la pobreza laboral. La tasa de pobreza ha crecido un punto y medio entre los trabajadores a tiempo completo hasta colocarse en el 11,8% mientras que un 5,5% de los asalariados con contrato indefinido también registran tasas de pobreza frente al 5,1% en que se situaba esa tasa antes de la crisis.

Mejor un contrato temporal que ningún contrato

Las evidencias económicas concluyen que la depreciación de los contratos se prolonga incluso cuando los trabajadores acceden a un contrato fijo. Sin embargo, el debate político camina en la dirección contraria. La "flexibilización" que introdujo el gobierno de Zapatero fue defendida en agosto de 2011 por el entonces ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, que aseguró que “el Gobierno prefiere un trabajador temporal a un parado”. El mismo argumento ha sido utilizado en nombre del gobierno del PP por la ministra de Empleo Fátima Báñez en mayo de 2012 cuando aseguró que "El objetivo es desarrollar y hacer más útil el contrato para la formación y el aprendizaje (…) lo que contribuirá a la reducción del desempleo juvenil", afirmó la ministra.

La apuesta política por ese tipo de contratos tiene, además, una garantía a medio plazo. La inercia salarial que provocan debiera mantener la tendencia devaluación salarial que está viviendo España, donde las nóminas han caído un 4% en el último trimestre de 2012, con rebajas del 19,9% en la Administración Pública, según los datos del INE.  

 

Alcanzar el salario medio cuesta ya una década

Esas rebajas salariales provocan que convertirse en un español medio cueste más. Alcanzar el salario medio en España requiere ya tener una década de antigüedad laboral. De hecho, con nueve años de antigüedad, los trabajadores todavía cobran un 98,26% de la nómina media en España, según el informe de la Desigualdad 2013.

El salario de entrada, el que se cobra el primer año, es tan bajo como el de los países con sistemas de bienestar conservadores. Sin embargo, el verdadero despegue salarial que da la antigüedad en otros países en España llega cuando supera la barrera de los 15 años de contrato.

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