Correos inicia un nuevo periodo en su historia tras la salida de Juan Manuel Serrano, hasta hace unos días máximo responsable de la compañía pública postal y gran amigo de Pedro Sánchez, del que llegó de la mano a la corporación en el mismo momento en que el presidente pisó La Moncloa.
La empresa necesita una vuelta de calcetín. Acarrea pérdidas que los sindicatos cifran en el entorno de los 1.200 millones de euros desde 2018, momento en el que se produjo el cambio de Ejecutivo y Serrano llegó al operador postal.
El negocio que ha mostrado el desplome más severo en términos porcentuales ha sido el internacional, que se sostiene en los acuerdos que la corporación firma con otras empresas de fuera de España para transportar sus mercancías dentro de nuestras fronteras. Fuentes cercanas a Correos aseguran a este diario que el Ejecutivo reestructurará la parte del negocio internacional tan pronto como sea posible.
Si en 2018 la cuota de mercado de Correos en este negocio era del 71%, hoy esta cifra es del 26,6%. Una caída del 44,4%, según datos públicos facilitados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Serrano trató de revertir la situación fichando a Eduardo Herrera, a quien puso al frente del área de operaciones en 2020. Sin embargo, desde su llegada la aceleración en el descenso de los ingresos ha sido más intensa. Solo de 2020 a 2022 la cuota de mercado cayó del 53,3% al 26,6%.
Herrera es un viejo conocido de la compañía. Estuvo anteriormente en Correos durante algo menos de año y medio, entre 2009 y 2010, ejerciendo también como director de Operaciones cuando José Luis Rodríguez Zapatero era presidente del país.
32 millones en un centro de importación que ha fracasado
Para potenciar el negocio internacional Correos levantó una nave denominada Oficina de Cambio Importación (OCI), diseñada en 2019 específicamente para el tratamiento de volúmenes superiores a los 300.000 envíos diarios y en la que se invirtieron 15 millones de euros en obra civil y 17 en instalación, maquinaria y tecnología.
Ubicada en el aeropuerto madrileño de Barajas, debía haber comenzado a dar servicio en abril de 2023, pero lo hizo el pasado mes de noviembre, aseguran fuentes conocedoras de la situación a Vozpópuli, y no está operando al 100% de su capacidad.
"Teóricamente estaba disponible para iniciar las operaciones en abril del año pasado. No obstante, debido a la complejidad técnica y tecnológica de los dispositivos de clasificación y a la incapacidad del equipo actual para entender el modelo productivo de la instalación, las operaciones de importación no se llevaron a ese centro hasta el mes de noviembre". Las mismas fuentes aseguran que "los equipos de clasificación, especialmente en los procesos aduaneros, siguen sin funcionar correctamente, lo que implica un deficiente cumplimiento de la operativa aduanera, así como de la calidad. Las máquinas no están programadas adecuadamente y se producen errores importantes en la clasificación, lo que implica repetición de tratamiento, malos encaminamientos y, en definitiva, un aumento significativo del coste de manipulación de los envíos".
Los ingresos de Correos caen un 6,7%
No le va mejor a Correos si se analiza su facturación al completo. "La cifra de negocios del operador público descendió en 2022 un 6,7% hasta los 1.567,1 millones de euros, siendo este el peor dato desde que se tienen registros [2013]. Por empresas, la cifra de negocios de Correos retrocedió un 6,7%, y la de Correos Express un 0,7%", explica la CNMC en su informe postal correspondiente al año 2022 -último registrado-.
El dato es significativo porque sus competidores crecen un 9,4%. Los operadores que más aumentaron su cifra de negocio fueron Hispapost (45,4%), Spring GDS (17,1%) y Gureak Marketing (14,1%).
Correos ha visto descender el número de envío de cartas (negocio denominado SPT) un 16,4% de 2020 a 2022, mientras que en el caso del resto de los operadores este indicador creció un 11,1%.
La importancia del negocio internacional
Los ingresos de Correos provienen en un 65% de los servicios tradicionales (carta, certificados, notificaciones, etcétera), un 25% lo genera la paquetería, un 5% internacional, un 5% Filatelia y el resto proviene de otros servicios.
Como sucede en otras empresas del sector, el descenso de los servicios tradicionales debería compensarse con el incremento del negocio internacional, cosa que no sucede con el operador postal español. Fuentes sindicales explican a este diario que, atendiendo a lo que sucede con su competencia a escala mundial (Seur, DHL, UPS, GLS, Geopost, Fedex, etcétera), esta área debería suponer ya un 10% o un 15% de la facturación, tres veces más de lo que genera en la actualidad.
MR
Correos tiene que desaparecer porque no tiene arreglo. Sale mas barato subvencionar los paquetes a aldeas remotas los lleve quien los lleve
Birmania
Es el resultado de poner a caraduras sin conocimientos a dirigir empresas. Lo mismo ocurre con los países.
Urenga
Bien traído.