Transporte

La francesa Alstom le come la tostada a Talgo: está a punto de ser el principal proveedor de Renfe

Alstom ha crecido un 113% en facturación desde 2018 mientras Talgo la ha visto reducida un 27,5% en el mismo periodo

  • Tren de Talgo -

Talgo es el primer proveedor privado por nivel de facturación de Renfe, solo por detrás de Adif -empresa pública-, con 791 millones de euros ingresados en 2022, tal y como refleja el informe de resultados correspondiente a ese año -último disponible-, consultado por Vozpópuli. En el caso del fabricante español, el montante asciende a 176 millones de euros. Sin embargo, su posición está en peligo. Alstom se situó en 2022 con 162 millones. Talgo y Alstom son, por ese orden, los principales suministradores de trenes de Renfe.

El crecimiento en la facturación de Alstom gracias a las ventas realizadas a la empresa española ha sido meteórico, especialmente durante los dos últimos años. En 2018 facturó 76 millones, por los 243 de Talgo; en 2019 alcanzó los 64 millones frente a los 215 de su competidor; en 2020 Alstom descendió a 55 millones por los 277 del fabricante español, mientras que en 2021 consiguió 205 millones por los 324 millones de Talgo. En 2022, último ejercicio registrado, la distancia se ha reducido como nunca antes: 176 millones de Talgo por 162 millones de Alstom.

Es decir, en los últimos cinco ejercicios, Alstom ha crecido un 113% en ingresos procedentes de Renfe mientras Talgo ha perdido un 27,5%.

Retraso en las entregas de Talgo

Una noticia con el telón de fondo de los retrasos en la entrega de pedidos. Así, Renfe reclama al fabricante español una indemnización por vía judicial para paliar el lucro cesante que considera que ha sufrido en los últimos años por el retraso de los trenes Avril, que tendrían que haber sido entregados por la empresa en julio de 2022 -algo menos de dos años-.

Fuentes cercanas al operador explicaron a Europa Press que se trata de 50 millones de euros por este lucro cesante y 80.000 euros por cada día de retraso adicional a partir del pasado 1 de abril por daños y perjuicios.

A todo ello hay que sumar los 116,6 millones de euros reclamados desde 2022 por el retraso en la entrega de estos trenes, vitales para el transporte en Galicia y Asturias, un importe que en ese caso no necesita la vía judicial, al estar contenido en las condiciones del contrato.

Truncar la opa por Talgo

Hace unos días la húngara Magyar Vagon, señalada por sus posibles vínculos con Rusia, presentó oficialmente una opa para hacerse con el fabricante de trenes español, Talgo, por 619 millones de euros, a priori un muy buen precio. Una noticia que sigue de cerca el Ministro de Transportes y Movilidad Urbana, Óscar Puente, que tiene varios frentes más abiertos con Ouigo -culpa de las pérdidas de Renfe a sus bajos precios-, las tractoradas y la transferencia de los Rodalies -los Cercanías catalanes- a la Generalitat de Cataluña

Puente aseguró en su día que el Gobierno haría "todo lo posible" para truncar la operación, ante el temor de que detrás de la misma se encuentre Rusia, vinculada con Magyar Vagon a través de Corvinus, fondo estatal que posee el 45% en la empresa y con directivos vinculados al presidente del país, Viktor Orban, señalado por sus vínculos con Putin. Rusia vería con buenos ojos la compra de Talgo. Todo lo que sea desestabilizar a la Unión Europea (UE) es bienvenido.

El hecho de que la opa haya sido planteada por una empresa como Magyar, con 255 millones de facturación en 2022, es sorprendente, sobre todo por el montante total de la misma (los citados 619 millones). Esto habla del músculo financiero que sostiene a la húngara.

Así las cosas, Magyar Vagon ha informado de su intención de "mantener la sede y actividades de Talgo en España, así como el empleo y su relación comercial con RENFE como socio estratégico".

Sin embargo, poco se sabe de las decisiones estratégicas que tomará la compañía húngara, manejada por un Gobierno desalineado con la UE, una vez se cierre la compra.

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