En Valdecarros, en el extremo sureste de la ciudad de Madrid, se construirán 51.656 viviendas de aquí a 20 años. Se trata de la mayor operación urbanística de la región. Los nuevos bloques de viviendas, sin embargo, tendrán vistas privilegiadas al Parque Tecnológico de Valdemingómez, el gran vertedero de la capital. Pese a que el Ayuntamiento supervisa las instalaciones e invierte en ellas cada año, los vecinos del Ensanche de Vallecas llevan más de una década quejándose de los malos olores que llegan desde el vertedero.

Las instalaciones de Valdemingómez han vuelto esta semana al foco mediático. El miércoles, un estudio publicado por la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) sacó los colores al Ayuntamiento de Martínez-Almeida. El informe reveló que dos vertederos de Madrid -el Parque Tecnológico de Valdemingómez, en Madrid, y la planta de clasificación de envases ligeros de Pinto- emitieron entre agosto y octubre la mayor cantidad de gas observada en toda Europa.

El principal problema es que en el Parque de Valdemingómez se tratan los residuos de forma concentrada, esto es erróneo", sostiene Raúl Urquiaga, de Ecologistas en Acción

El estudio se basa en las mediciones de satélites de alta resolución y en un análisis de científicos espaciales. Uno de los vertederos llegó a liberar de media 5.000 kilos de metano por hora. Las imágenes satélite mostraron una nube de gas que "se dirigía hacia las residencias cercanas". La agencia espacial "desconoce" las causas de estas emisiones. Si que explica que las mediciones se obtuvieron días después de que Madrid registrará una de las temperaturas más altas de su historia.

Al Ayuntamiento no le cuadran estas cifras. El Parque Tecnológico de Valdemingómez recibe cada día 4.000 toneladas de basura que se generan en la capital. Las mediciones realizadas por el Consistorio en abril, mayo y julio determinaron que las emisiones de metano eran "residuales", las "propias de un vertedero sellado y en desgasificación".

Más allá de la polémica con el metano, lo cierto es que los vecinos del Ensanche de Vallecas llevan tiempo denunciando los malos olores que llegan desde el vertedero. Se trata de las zonas residenciales unidas por la Línea 1 de Metro, con paradas en la estación de La Gavia, Las Suertes y Valdecarros, la zona residencial más próxima al vertedero.

El Parque Tecnológico de Valdemingómez concentra todas las instalaciones de tratamiento de residuos urbanos de Madrid. A finales de la década de los 70, casi toda la basura terminaba en el vertedero, sin más. En los siguientes años se fueron construyendo los nuevos centros de tratamiento. Hoy, el conjunto de instalaciones ocupa un buen trozo de terreno de la frontera sureste de la capital, a pocos metros de las chabolas de la Cañada Real.

El Ayuntamiento de Madrid defiende que cada año realiza una inversión anual "muy importante" en el funcionamiento de la Planta. "Cumple con todos los requisitos ambientales que prevé la ley estatal y comunitaria y, concretamente, con todas las medidas para evitar las emisiones a la atmósfera", subrayan. El problema, según Raúl Urquiaga, de Ecologistas en Acción, "no está tanto en el Parque Tecnológico sino en la gestión de residuos" que hace Madrid.

"El principal problema es que en este sitio se tratan los residuos de forma concentrada, es erróneo. Abogamos por distintas localizaciones repartidas homogéneamente por la ciudad, que puedan acoger los distintos tratamientos", explica.

"Te despierta el mal olor"

A Valdecarros le separa de Valdemingómez la M-50 y una distancia de 1,6 kilómetros en línea recta. Rosa María Pérez Mateo, presidenta de la asociación vecinal PAU Ensanche de Vallecas, vive cerca de la estación de Metro de La Gavia, a unos 4 kilómetros del vertedero. Asegura que tanto ella como sus vecinos también perciben los malos olores pese a estar más alejados: "Es un problema que viene desde hace tiempo".

"Se nota estando con la ventana cerrada. No es algo continuo, depende del viento, o de si estamos en un momento de inversión térmica. Hay días que está todo el día oliendo, otros en los que es más puntual… Últimamente, ha aumentado el olor a gas, que hacía tiempo que no lo sufríamos. Puedes estar en casa durmiendo con las ventanas cerradas y que te despierte el mal olor", explica.

El mal olor se nota con la ventana cerrada. Últimamente, ha aumentado el olor a gas, que hacía tiempo que no sufríamos", asegura la asociación vecinal PAU Ensanche de Vallecas

Los vecinos del Ensanche pueden registrar los olores a través de un formulario colgado en la página web de la asociación de Pérez Mateo. El objetivo es que quede constancia de los días y las horas en las que "huele mal" en el PAU. En el formulario se puede seleccionar el tipo de aroma detectado: "quemado-ceniza", "fecal-basura", "gas" o "aceite". Según Pérez Mateo, el Ayuntamiento trabaja desde 2015 en resolver los problemas con los olores, aunque denuncia que la Administración de Almeida es más "opaca" con este asunto.

Ni Pérez Mateo ni Urquiaga comprenden que sobre el terreno libre de Valdecarros se vaya a ejecutar la mayor operación urbanística de la Comunidad. Se trata de unos desarrollos que forman parte de la Estrategia del Sureste, diseñada en los noventa y que permaneció bloqueada durante años. En total, Madrid ensanchará por el este con 100.000 nuevas viviendas repartidas en cinco nuevos barrios: Los Cerros, El Cañaveral, Ahijones, Los Berrocales y los nuevos desarrollos de Valdecarros.

51.656 viviendas frente al vertedero

En el caso de Valdecarros, el plan es construir 51.656 viviendas paulatinamente en ocho etapas y culminar por completo el barrio en 20 años. Más de 28.400 de estas viviendas tendrán algún tipo de protección. El pasado 21 de septiembre, el alcalde y la vicealcaldesa, Begoña Villacís (Ciudadanos), colocaron la primera piedra de las obras.

Las viviendas ocuparán un terreno muy amplio, de 19 millones de metros cuadrados. Casi el 36% del suelo pertenece a las administraciones públicas, sobre todo a la Comunidad y el Ayuntamiento. El 30,5% está en manos de los promotores, entre los que destacan Pryconsa, Zapata y Oncisa, según Cinco Días; un 18,3% lo poseen entidades financieras y fondos inmobiliarios; y el 15,5% restante es de otros dueños. El proyecto se levantará gracias a una inversión privada de unos 7.600 millones, donde más de 6.000 millones se destinarán a la edificación y unos 1.500 a las infraestructuras y urbanización.

Valdecarros contará con 51.656 viviendas que se construirán paulatinamente en ocho etapas y se culminarán por completo el barrio en 20 años. Más de 28.400 de estas viviendas tendrán algún tipo de protección

El 'nuevo Valdecarros' estará aún más cerca del vertedero que los barrios del Ensanche original. Las nuevas viviendas no saltarán esa frontera imaginaria que marca la M-50, pero estarán a muy pocos metros de la radial. ¿Afectarán los olores a los futuros vecinos? Fuentes de plataforma de valoración inmobiliaria Tinsa reconocen que existe "polémica por la proximidad" del Parque de Valdemingómez, pero entienden que si las instalaciones están en funcionamiento es por que cumplen la legislación ambiental.

"Parece lógico que cualquier documento urbanístico tramitado al amparo del Plan General de Ordenación ha debido tener el informe favorable de Medio Ambiente y que la ubicación del vertedero tiene que haber sido previamente estudiada, por lo que no debería traer problemas medioambientales sobre el ámbito de referencia. La calidad medioambiental en ese sentido parece estar salvaguardada", argumentan.

Preguntados por las emisiones de metano, la Junta de Compensación de Valdecarros (propietarios de las parcelas) confían "plenamente" en que las instalaciones de Valdemingómez se adecuarán "en todo momento a los estándares europeos más altos en materia de seguridad y salubridad". En caso de no cumplirse, "no afectará solo a Rivas Vaciamadrid, Valdecarros o cualquier otro barrio cercano, sino al conjunto de la ciudad y a todos sus habitantes". La Junta asegura que Valdecarros, unido al desarrollo del Bosque Metropolitano, supone el "mayor avance ecológico, medioambiental y sostenible para el sureste de Madrid".

La polémica del metano

El Ayuntamiento cree que los datos de la ESA no cuadran con los suyos. El estudio de la agencia espacial mide la presencia de metano gracias a los satélites de alta resolución de la misión Sentinel-5P de Copernicus. Estas mediciones se combinan, a su vez, con las imágenes comerciales de GHGSat, que han analizado los científicos del Instituto Holandés de Investigación Espacial.

Para el Ejecutivo madrileño, "mediáticamente se han extraído conclusiones precipitadas" sobre un estudio que, a su juicio, "toma las mediciones en el aire", a "gran altura" y con el que resulta imposible "determinar el origen exacto de la emisión". Además, el Ayuntamiento critica que el informe sólo hace referencia a mediciones puntuales, no a valores medios de emisión. Tampoco se comparan los datos de la capital con los de otras ciudades europeas. El Ayuntamiento se reunió el jueves y el viernes con la ESA y el GHGSat para analizar las cifras.