Los fondos de inversión mantienen el ritmo de captación de dinero. En los primeros 18 días de febrero (12 laborables) han elevado su patrimonio otros 1.000 millones, por lo que en el acumulado anual van 2.027 millones, conforme datos de la consultora VDOS Stochastics. De esta manera, se han superado los 130.000 millones.
Los datos recogen la captación neta, sin tener en cuenta los efectos de revalorización o minusvalía de cartera. Por tanto, puede decirse que continúa el ‘efecto extratipo’, generado tras la advertencia del Banco de España a las entidades financieras el pasado 9 de enero sobre la penalización que aplicarán a las entidades que remuneren en exceso los depósitos bancarios. El patrimonio total está en máximos desde febrero del año pasado, conforme reflejan las estadísticas de la patronal del sector,Inverco.
Esta medida ha provocado un cambio brusco en el sector, al provocar cierta salida desde las cuentas hacia los instrumentos de inversión colectiva. Así, los fondos han vuelto a crecer, después de un proceso de declive continuo. Desde marzo de 2011 no protagonizaban un mes positivo en términos de captación. VDOS Stochastics alertó enseguida de este cambio de tendencia, ya que tiene información diaria y automatizada con todas las gestoras.
Habrá que ver hasta dónde llega el dinero. Los expertos señalan que el dinero refugiado en los depósitos de alta remuneración que busca siempre el mejor cobijo en términos de rentabilidad ronda los 300.000 millones de euros, es decir, más del doble de todo el patrimonio global de los fondos.
Desinflar las cuentas
La desincentivación a los altos tipos para los depósitos bancarios es una tendencia global. Noticias como los máximos en liquidez de la banca americana permiten intuir más acciones por parte de los bancos centrales para que el dinero salga de las cuentas y entre en productos capaces de financiar de manera directa a las economías.
Tanto EE UU como la Eurozona o Reino Unido están en máximos de liquidez, a pesar de que el dinero es guardado en cuenta para afrontar todo tipo de provisiones bancarias en el futuro. La presión de los reguladores para que ese capital pase a mercado y reduzca la dependencia de la financiación bancaria es clara y promete ser una tendencia.