El aceite de oliva, la harina, los huevos, el queso, el arroz o la leche son algunos de los alimentos que en enero siguieron siendo un 20% más caros que un año antes pese a la medida adoptada por el Gobierno para controlar el encarecimiento de la cesta de la compra, la rebaja del IVA a algunos productos consideradores de primera necesidad. En total, una veintena.

El Índice de Precios de Consumo (IPC) que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE) muestra que los precios de los alimentos afectados por la medida bajaron ligeramente respecto al mes anterior, pero la inflación acumulada es tan acusada que apenas ha tenido efecto.

En enero los precios de los alimentos continuaron un 15,4% más altos que en el año anterior, con una moderación de apenas tres décimas si se compara con la tasa interanual de diciembre (15,7%), cuando se registró la subida más alta desde el comienzo de la serie, en enero de 1994. En todo caso, esta es una media en la que entran cerca de 60 tipos de productos alimenticios, cada uno con su particular evolución de precios.

Hay 19 'subclases' (como denomina el INE a cada tipo de producto) que en enero aún eran un 20% más caros que un año antes. Algunos están afectados por la rebaja del IVA del 4% al 0%, como la leche (que aún así subió alrededor de un 33%), la harina (28,1%), los huevos (27,2%) o el queso (20,5%); y del 10% al 5% en el caso del aceite de oliva, todavía un 30,5% más caro que hace un año.

En definitiva, lo que esta rebaja ha conseguido es reducir ligeramente el precio final de lo productos respecto a diciembre, el mes anterior, aunque el impacto se antoja limitado si se tiene en cuenta que siguieron siendo al menos un 20% más caros que hace un año. Según los datos del INE, la leche y los huevos bajaron un 1,5%; la harina, un 2,3%; el queso, un 0,7%; y el aceite de oliva, un 1,2%.

Otros productos a los que no se les ha aplicado esta rebaja tributaria no solo fueron un 20% más caros que hace un año sino que, además, siguieron creciendo. Es el caso del azúcar, que alcanzó una tasa anual del 52,1% en enero, frente al 50,6% de diciembre. En términos mensuales, el precio subió un 1,1%. Lo mismo ocurre con la mantequilla (en enero un 38,2% más cara que hace un año tras subir un 1,8% sólo en el último mes) y el yogur (con un precio un 2,8% más alto que en diciembre y un 26,7% que en enero de 2022).

Ya por debajo del 20% pero en niveles también elevados estaban la carne y el pescado, a los que el Gobierno dejó fuera de la rebaja del IVA. El INE detalla que, por ejemplo, el pescado fresco o refrigerado subió un 4,7% en el último mes y un 7,7% en el último año, mientras que el congelado lo hizo en un 0,4% y 13,6%, respectivamente.

La carne de vacuno creció un 0,6% respecto a diciembre y fue un 13,7% más cara que en enero de 2022, mientras que la de cerdo subió un 0,4% y 14,3%, respectivamente. Bajaron ligeramente respecto a diciembre la carne de ave (-0,2%) y la de ovino y caprino (-3%), aunque siguieron siendo un 8,2% y 14,4% más caras que un año antes, respectivamente. La categoría denominada "otras carnes" se encareció un 25,1% en términos anuales.

Según los datos del informe de la patronal del gran consumo Aecoc y PwC, avanzados este miércoles, si la rebaja del IVA se hubiese ampliado a otros productos esenciales en la cesta de la compra de los españoles, como la carne y el pescado, el IPC de alimentación se habría situado en el 13,7%, en una rebaja del IVA al 5%, o bien en el 11,7%, con el IVA al 0%.

El Gobierno reunirá a los supermercados la próxima semana, ante el 'pinchazo' de la rebaja del IVA, tal y como ha avanzado Vozpópuli. El Ejecutivo tiene previsto analizar de forma pormenorizada si la rebaja del impuesto en algunos alimentos que puso en marcha en enero ha surtido efecto este mes en la bajada de precios. Por ello, ha esperado hasta este miércoles, cuando el INE publicó el dato confirmado del IPC de enero, para dar luz verde a la convocatoria.

El IPC de enero resultó ser un 5,9% más alto que un año antes, sorprendiendo una décima al alza, y la inflación subyacente, que excluye los precios de la energía y los alimentos frescos, escaló hasta el 7,5%. Esto se debe, por un lado, a que el impacto de la medida sobre la inflación en el primer mes de aplicación fue limitado por el imparable encarecimiento de los alimentos; y a que los combustibles volvieron a subir con fuerza tras el fin de la bonificación de los 20 céntimos.

Tras los resultados de enero, la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) ha empeorado sus previsiones de inflación para este año, subiendo la variación media del índice general en el conjunto del 2023 del 3,8% al 4,2%. Para la subyacente proyecta un 6,2%, frente al 5,6% anterior. De hecho, según sus cálculos, esta seguirá superando a la inflación general durante todo el año, hasta el mes de diciembre, cuando volverá a situarse por debajo (4,6% frente al 5,5% del IPC general).

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