La crisis económica puso en evidencia la fragilidad un modelo económico basado excesivamente en el sector de la construcción, pero los intentos por conseguir una economía más diversificada no parecen haber conseguido sus frutos. Según los últimos datos que ha publicado el Ministerio de Economía, los inversores extranjeros prácticamente triplicaron su inversión en ladrillo en 2015, al pasar de los 1.762 millones de 2014 a 4.706 millones.
La inversión extranjera bruta total en España sumó 22.696 millones el año pasado, un 9,6% más. La parte productiva de esta inversión (que excluye las Entidades de Tenencia de Valores Extranjeros porque no generan actividad y empleo) se quedó en 21.724 millones, un 11% más. Del total, el 20% se invirtió en construcción, y el 13,8% en actividades inmobiliarias.
Al desagregar las cifras, los incrementos son mucho más alarmantes. En la construcción de edificios residenciales los extranjeros invirtieron 3.019 millones, frente a los 36 que se destinaron a este fin en 2014. El dato multiplica por 84 el de 2014, o lo que es lo mismo, implica un impresionante incremento del 8.287,69%. En promoción inmobiliaria, los inversores extranjeros invirtieron 1.490 millones, frente a los 1.075 millones de 2014, un 38,69% más.
La inversión en actividades inmobiliarias, en cambio, cayó ligeramente sobre 2014, aunque se mantuvo en el entorno de los 3.000 millones. Dentro de este tipo de actividades, la inversión en la compraventa de bienes inmobiliarios por cuenta propia se triplicó y llegó a 1.479 millones, mientras que la inversión en alquileres de bienes inmobiliarios se redujo un 42,81%.
El Gobierno sostiene que la recuperación de la inversión en construcción es una buena noticia y que no se volverá a los niveles que había antes de la crisis
Aunque el Gobierno sostiene que la recuperación de la inversión en construcción es una buena noticia y asegura que no se volverá a los niveles precrisis, llama la atención que la construcción y las actividades inmobiliarias copen ya una tercera parte de toda la inversión extranjera, y pone en duda las afirmaciones de que el modelo económico español ha cambiado.
El peso de la construcción en el PIB se ha reducido a la mitad durante los años de crisis. Según las cifras del INE, el sector ha pasado de suponer el 10% de la economía española a quedarse en un 4,9% al cierre de 2014. En términos de empleo, el ajuste ha sido enorme, puesto que el ladrillo ha pasado de representar el 12,28% del empleo total en España en 2007 a representar solo el 5,04%.
Sin embargo, el sector empezó a estabilizarse en los últimos meses de 2014 y mostró signos de recuperación durante el año pasado. Aunque las cifras definitivas del PIB y el desglose por sectores de 2015 no se conocerá hasta el 26 de mayo, la Contabilidad Nacional de los diferentes trimestres ha arrojado mejoras en la actividad, la inversión y el empleo del sector.
Se mantiene el ritmo en 2016
Y parece que este buen tono se mantiene también en 2016, tal y como constató el Banco de España en su último boletín económico (febrero), donde decía que la construcción ha prolongado el tono positivo de meses anteriores, con notables avances interanuales de la cifra de afiliados a la Seguridad Social y de la producción industrial de materiales de construcción.
Los últimos datos de Eurostat, la oficina estadística europea, también apuntan a la misma dirección. Estas cifras revelan que España lideró el incremento interanual de la actividad en el sector en el mes de enero, con un alza del 20,3%, frente al 6% de la zona euro y el 4,4% de la UE, según informa Europa Press.
Las cifras que ha publicado esta semana Economía son un indicador más de la recuperación de esta variable en España y el interés que despierta este sector entre los inversores extranjeros. Será una buena noticia siempre que la economía no vuelva a apuntalar su crecimiento en un sector que llevó al país a una grave crisis económica.