La crisis del volcán de la La Palma ha hecho también entrar en erupción las comunicaciones en la zona. El interés de sus habitantes por mantener el contacto con familiares y amigos durante las últimas dos semanas se ha disparado.
Así lo reflejan los datos registrados por Vodafone, uno de los grandes operadores que da servicio en la región. El número de llamadas y el consumo de datos se ha duplicado desde el inicio de la crisis volcánica, momento del cual se cumplen poco más de dos semanas.
Se trata de un fenómeno que sucede en periodos de crisis. Algo que vivió su punto álgido durante la pandemia del coronavirus. En ese momento España vivió un aumento histórico en el tráfico de Internet motivado por el confinamiento y el teletrabajo.
De momento no hay despliegues comerciales de las nuevas redes 5G en la isla de La Palma
En el caso de La Palma, las causas de este incremento en el consumo de telecomunicaciones -voz y datos- vienen derivadas en gran medida del interés de sus vecinos en saber cómo se encuentran sus familiares y amigos, y el riesgo que representa para ellos el volcán.
El volcán reduce el consumo de videojuegos
Las comunicaciones en la isla se ciñen a la voz a través de la fibra y las antenas de telecomunicaciones sobre tecnología 4G. De momento no hay despliegues comerciales de las nuevas redes 5G en la isla de La Palma.
El pasado 11 de septiembre comenzaron en la isla una serie de seísmos que hicieron sospechar lo que se desató el 19 de septiembre, cuando el volcán entró en erupción. Un fenómeno que también ha afectado al consumo de telecomunicaciones fuera de La Palma.
Según datos de Orange, si se comparan los datos de consumo del día posterior al inicio de la erupción, los del 20 de septiembre, con los de una semana anterior, el resultado es que la mensajería entre los clientes de las Islas Canarias prácticamente se duplicó. Por su parte, las llamadas de voz sobre IP (como pueden ser las realizadas a través de WhatsApp o Skype) aumentaron casi un tercio.
Resultan también interesantes los datos registrados por Orange en el ámbito del gaming. Los canarios redujeron a la mitad las partidas de videojuegos.
Cables submarinos
Telefónica se encuentra en alerta en la isla de La Palma, donde presta servicios zona en la que tiene en servicio dos cables submarinos que conectan el territorio con el mundo. Una zona que se ha vuelto muy inestable en los últimos días tras la erupción del volcán.
Las erupciones volcánicas acarrean consigo pequeños terremotos que La Palma lleva sufriendo desde hace días. Estos movimientos de tierra son una de las mayores amenazas para los cables submarinos, ya que pueden producir su ruptura.
Se trata de sucesos que ya han tenido lugar en el pasado. En el terremoto de 2006 que sufrió la isla de Taiwán la fuerza del seísmo rompió seis cables submarinos amarrados a la región, lo que provocó la interrupción de las comunicaciones fijas y el acceso a Internet en la zona.
En concreto, La Palma se conecta con el mundo a través del sistema Telapa (2004) de Telefónica y con la Gomera mediante el Tegopa S2 (1995), también propiedad del gigante azul.
Un tercer cable, en este caso operado por Canalink, operador neutral e independiente de comunicaciones submarinas de banda ancha, cierra el círculo cablero en la isla. Esta infraestructura también enlaza La Palma con Tenerife desde 2011. Desde Tenerife parten otros cables hacia África y Europa que son los que permiten a La Palma estar comunicada con cualquier punto del planeta.
La lava no afecta en absoluto a los cables, que se encuentran amarrados en el lado este de la isla, dado que el fluido está siendo desalojado por la zona oeste. En cualquier caso, Telefónica y Canalink están en alerta estos días, con personal humano y diverso material preparado para activarse si hay que resolver cualquier incidencia. Para ello disponen de material humano y físico, así como barcos cableros, encargados de arreglar la fibra cuando se parte, lo que puede suceder por rocas desprendidas que rompen los cables, anclas de barcos que van a aterrizar sobre el plástico que las recubre, cercenándolos, o cuando, como decimos, se producen seísmos.