Vox se pronunció -votó- ayer, como todos los grandes partidos, en torno al real decreto aprobado hace unas semanas que permite intervenir sitios de Internet de la Generalitat o del independentismo catalán en el caso de que se pretenda construir una 'República Digital catalana' en la Red. Esto es, grosso modo, el desarrollo de estructuras burocráticas o de cualquier otro tipo que respalden el proceso independentista en Internet.
El voto de Vox es noticia porque, de todos los sufragios ejecutados por los grandes partidos, el suyo fue el único en contra del decreto Ley. Tanto PSOE, PP, como Ciudadanos, votaron a favor de intervenir Internet de forma extraordinaria cuando sea necesario por los motivos antes mencionados.
Podemos, en un ejercicio un tanto contradictorio, se abstuvo en la votación. El partido liderado por Pablo Iglesias había puesto en su día el grito en el cielo en lo referente a actuar sobre Internet en un escenario prácticamente de cualquier tipo, pero tras el acuerdo de Gobierno alcanzado con el PSOE se ha puesto de perfil.
La llamada 'República Digital Catalana' es un proyecto virtual que busca el desarrollo digital del independentismo catalán
El voto a favor del PSOE a cargo de la formación morada no era necesario, ni mucho menos, para el refrendo del real decreto puesto en marcha hace unas semanas, pero es toda una declaración de intenciones. Podemos no vota a favor, pero tampoco abiertamente en contra. Una posición que precisamente por indefinida podría haber dejado descontentos a unos (PSOE) y a otros (su electorado).
La bandera, el testigo contra el 'establishment', lo ha tomado paradójicamente Vox. La formación a cuyos lomos cabalga Santiago Abascal ha sido rotunda en torno a la intervención de Internet. Su sufragio ha sido el único en contra de esta medida.
La 'República Digital Catalana'
La llamada 'República Digital Catalana' es un proyecto virtual que busca el desarrollo digital del independentismo catalán. Impulsado por el presidente de la Generalitat, Quim Torra, el objetivo es levantar una suerte de infraestructuras digitales que permitan el desarrollo de la República Catalana en Internet.
Un proyecto para el cual el Gobierno de Pedro Sánchez ha aprobado el real decreto antes mencionado. El objetivo es frenar a toda costa el desarrollo de instituciones digitales bajo el paraguas del independentismo catalán.
