ZTE presentaba hace unas semanas el ZTE Blade V40 Design, un equipo posicionado en la gama baja que es calificado por algunos como el mejor móvil de lo que va de año en calidad-precio para este segmento . Tiene luces y sombras pero sí, da la talla. En Vozpópuli lo hemos probado durante unos días para comprobar su rendimiento. Allá vamos.
Vaya por delante que, en lo que es realmente diferencial, es en el diseño. Nos ha parecido muy interesanre, especialmente en su parte trasera. La unidad que hemos probado luce un color a caballo entre el azul y el verde, muy atractivo y diferencial. El material, la carcasa, es plástico pero se ha tratado de tal forma que parece cerámica pulida, salvo por una fina franja de espejo que cruza de arriba abajo el dispositivo y le da un toque muy elitista, a pesar de ser el teléfono que es. El diseño, quede claro, es una delicia.
El reverso del Blade V40 Design está coronado por dos escotillas, de las más generosas que hemos visto, en las que se alojan las lentes de su sistema de cámaras. Este elemento del dispositivo cuenta con Inteligencia Artificial para sacar todo el partido a las instantáneas y está compuesto por una lente de 50 megapíxeles (f/1.8) y dos discretos cristales más de 2 megapíxeles cada uno (macro y profundidad). La cámara de selfies tiene 8 megapíxeles de calidad. Como en el caso del sistema trasero de lentes, cumple con el expediente, pero cuidado en espacios poco iluminados. Se defienden bien con caliridad, mal en ausencia de la misma,.
El equipo tiene un precio de 179 euros. Como es de esperar, en base a estos números hay cosas que no se le puedan pedir. La carga es de 22,5W para una batería de 4.500 mAh de capacidad. Desde la marca la llaman rápida, pero lo cierto es que está en lo que se puede ver en su segmento, pelín arriba, pelín abajo.
Sin 5G
Su pantalla tiene unas dimensiones de 6,6 pulgadas y una calidad fullHD (1024x2048 píxeles). Son un tamaño y resolución razonables. Carga un modesto procesador Unisoc T616, 6 GB de memoria RAM y 128 GB de memoria ROM (ampliable mediante tarjetas hasta a 1TB). Hay que destacar, en el caso de la RAM, que el equipo tiene la posibilidad de expandir este tipo de memoria hasta los 11 GB gracias a un sistema de virtualización.
Dispone de lector de huellas en el lateral del teléfono y es posible usar dos SIM a la vez. En cuanto a la conectividad, es compatible con USB-C, bluetooth, WiFi y sólo llega a 4G. Por ese precio no iba a haber sido rentable para ZTE incorporar un chip 5G. Tampoco es algo que se vaya a echar en falta. No hay aplicaciones para el usuario final que saquen partido a esta tecnología hoy en día. Ni parece tampoco que las vaya a haber en el corto plazo.
En resumen, si se sabe lo que se compra, es un teléfono interesante. Padres que quieren un móvil para sus hijos sin realizar un gran desembolso, usuarios que no le dan importancia a la cámara de fotos pero sí al diseño o aquellos para los que el celular, directamente, no es una prioridad salvo en lo económico.