Las aerolíneas españolas, principalmente Air Europa, Iberia, se enfrentan a la pérdida de un beneficio conjunto de casi 20 millones de euros anuales solo de las rutas que llevaban pasajeros desde Latinoamérica y Estados Unidos a Madrid, y que luego enlazaban con Tel Aviv (Israel).
Se trata de un alto volumen de turistas, del cual un 50 ó 60% aproximadamente es de tipo religioso, según explican a Vozpópuli fuentes cercanas a las compañías aéreas.
"Aproximadamente la mitad del pasaje o más de los vuelos, un 50 ó 60%, que se operan desde Madrid a Tel Aviv son turistas que viajan a Israel por motivos religiosos o espirituales. Muchos de esos turistas provienen de Latinoamérica, especialmente Argentina, y de Estados Unidos, dos países con una comunidad judía muy grande", explican a este diario las mismas fuentes.
En el caso de Air Europa, el beneficio anual que dejará de percibir si el conflicto, como parece, se estanca en el tiempo, será de unos 5,5 ó 6 millones de euros, según estimaciones del sector. En Iberia este indicador rondaría los 11 ó 12 millones de euros. Iberia opera muchas más rutas desde Estados Unidos a Madrid, y esa capilaridad es la que hace que doble los beneficios anuales de Air Europa. Vueling, por su parte, operaba directamente vuelos a Tel Aviv desde Barcelona. Las estimaciones de beneficio en su caso son de unos dos millones de euros al año. Es decir, en total, la pérdida de beneficio anual de Air Europa, Iberia y Vueling asciende a unos20 millones de euros.
Las tres aerolíneas han ido informando del fin temporal de los vuelos a Israel desde el inicio del conflicto, que desde el pasado 7 de octubre enfrenta a Israel con Hamás. Lo hacen de forma paulatina, es decir, avisan de la interrupción temporal en pequeñas horquillas de tiempo.
El turismo religioso, muy sensible a las guerras
Si el conflicto acabara ahora, algo prácticamente imposible dada las circunstancias y los comentarios de analistas y líderes internacionales, la normalidad en las frecuencias y ocupación no se recuperarían, como mínimo, hasta final de año o principios de 2024.
Muchos de quienes viajan a Israel por motivos religiosos o espirituales se pensarían dos veces si hacer o no el trayecto a pesar del cese del conflicto.
Se trata en muchos casos de grupos organizados y perfiles por encima de los 60 años para los que el factor seguridad es muy importante. "No se van a lanzar a viajar de buenas a primeras. No comprarán un billete hasta que pase un tiempo considerable y vean que la cosa está realmente tranquila", asegura esta fuente.
Descenso de la acción de IAG (Iberia)
La guerra entre Israel y Hamás ha tenido una incidencia directa en la valoración de los títulos de IAG, conglomerado en el que se integran Iberia y Vueling.
Si un día antes del inicio de las hostilidades las acciones del grupo se compraban y vendían a 1,81 euros, hoy lo hacen a 1,65 euros. Se trata de un descenso de casi el 9% en poco más de una semana.
La inestabilidad que provoca cualquier conflicto armado de este calado insufla inseguridad en los mercados, pero en este caso lo hace con especial fuerza porque la región tiene una gran influencia en los precios del petróleo, un bien fundamental en el día a día de las compañías aéreas.
Arabia Saudí, contrario a los intereses de Estados Unidos, es uno de los mayores productores de crudo del mundo y tiene la posibilidad de interferir en la producción cuando lo desee. La dictadura saudí había hecho en los últimos tiempos guiños a Israel, pero ahora se ha alejado por completo de esta posición tras el inicio del conflicto, lo que la enfrenta aún más con Estados Unidos, aliado de los israelíes. Desde el 6 de octubre (antes del inicio de las hostilidades) hasta hoy el precio del barril de crudo ha pasado de costar 84,5 dólares a casi 90 dólares.