Casi dos de cada diez españoles se han visto obligados en los últimos meses a tirar de ahorros, ante la escalada generalizada de los precios. Es una de las conclusiones que arroja el informe Global Issues Barometer, elaborado por Kantar Insights, y que demuestra que la inflación ya está impactando en el bolsillo de los españoles y en las perspectivas de consumo.
Durante el cuestionario del informe, que se realizó en las primeras semanas de abril en 18 países del mundo que representan casi el 60% del PIB mundial (como Estados Unidos, Francia, Alemania), Kantar recuerda que los consumidores acababan de recibir el impacto de la noticia de que los precios mundiales de los alimentos alcanzaban su nivel más alto desde 1990. Además, el coronavirus continuaba estando presente de forma notoria, "aunque menos severa".
No obstante, la preocupación de los españoles por el coronavirus ha descendido de forma drástica. En base a este informe, solo el 7% de los españoles lo incluye como uno de los grandes problemas a resolver actualmente. Frente a esto, la preocupación por la situación económica gana cada vez más protagonismo.
Un 49% de los españoles mencionan la economía como una de las tres cosas que suceden en el mundo "que le preocupan más en este momento". Solo un 23%, sin embargo, consideran que requiere "acción inmediata". "Todo ello deja un halo de eventualidad en los españoles respecto a las crisis, ya que se están acostumbrando a ellas, de modo que, si bien les toca la fibra sensible, piensan que las aguas volverán a su cauce natural y que todo se solucionará", explicaba este martes Martin Wohlfart, director del estudio en España.
Pese a esto, los españoles han comenzado a cambiar hábitos frente al consumo y al ahorro. De hecho, como recuerda Kantar, en España la mayoría de las personas pueden permitirse los gastos diarios, "pero más allá de lo esencial son más cuidadosos con el desperdicio de dinero", apunta el informe.
Tirar de ahorro... o dejar de ahorrar
Entre estos cambios, como admite la consultora, se detectan ya recortes de los gastos generales por parte de un 39% de los españoles. Al mismo tiempo, un 17% de los españoles está empezando a tirar de ahorros, mientras que casi 3 de cada diez (un 26%) ha reducido la cantidad que destina a ahorrar.
El control del gasto se observa también en el supermercado, donde un 24% ha comenzado a bajar el nivel de las
marcas o algunos de los productos que compra. Esta tendencia casa con el mayor registro histórico de consumo de marca blanca, que alcanzó una cuota del 40,7% en España durante el primer trimestre del año.
Por su parte, otro 17% de los españoles apunta a que todavía no tuvo que hacer ningún recorte o cambio, "pero creo
que tendré que hacerlo", mientras que un 10% considera que, si la situación sigue como hasta ahora, no tendrá que modificar nada.
Es previsible, no obstante, que la perspectiva sobre el consumo y el ahorro se modifique en los próximos meses. Según el Índice de Precios al Consumo (IPC), en el mes de mayo los alimentos y bebidas no alcohólicas se encarecieron un 11% en términos interanuales, la tasa más alta desde 1994. Los incrementos en los precios de mayo reflejan un cambio de tendencia, en el que los supermercados están comenzando a trasladar con más fuerza el aumento de sus costes.
Con todo, tener la vista puesta en el corto plazo "vence" a los españoles. "Salir de una pandemia y entrar en una espiral de inflación y crisis energética, con la Guerra de Ucrania de fondo, ha provocado que los españoles tengan que hacer frente a la paradoja de querer recuperar el tiempo perdido y, a la vez, tener que pensar en contener el gasto por lo que pueda venir. Solo así se explica que un 72% de consumidores vea malas perspectivas económicas para España y, a la vez, un 74% se muestre positivo ante la vida - los que más de Europa-", apuntan desde Kantar.