Economía

Alberto Garzón y el 'veto' al marisco impiden la bajada del IVA de la carne y el pescado

Dos alimentos de gran trascendencia para una cesta de la compra saludable se quedan fuera de la rebaja del IVA de 661 millones que en principio estará en vigor hasta el 30 de julio

  • La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz y el ministro de Consumo, Alberto Garzón.

El pescado ha sido clave en la gestación de la rebaja el IVA de alimentos en el 10% al 5% que ha aprobado el Gobierno este martes en el Real Decreto-ley de ayudas. Esta reducción la reclamaban los supermercados y la gran distribución, junto con el PP, en septiembre, pero el Ejecutivo se negaba en redondo incluso a considerarla. Fue la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quien inició el deshielo y en una entrevista en 24 Horas en septiembre se mostró partidaria de bajar el IVA del pescado del 10% al 4% en aras de conseguir una cesta de la compra asequible y saludable.

La semana pasada, la vicepresidenta segunda alegaba que se opone por completo a aprobar una bajada generalizada del IVA de los alimentos, por considerar que "ensancharía los márgenes empresariales de las grandes distribuidoras y no arregla el problema de la cesta de la compra". Pero no rechazaba hacerlo de forma selectiva. "Si me dice específicamente bajar el IVA del pescado al 4% le diría que sí", puntualizaba Díaz este lunes a preguntas de Vozpópuli, durante la rueda de prensa para presentar el informe de expertos sobre el SMI.

Este debate se iniciaba en septiembre con el intento de Díaz de acordar con los súper una cesta de la compra saludable, y junto al pescado, atañía también al aceite y se mencionaba la carne.

Pues bien, finalmente ha habido rebaja del IVA de alimentos, pero no del pescado ni de la carne. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado una bajada del IVA para los alimentos de primera necesidad (pan, harinas panificables, leche, queso, huevos, frutas, verduras, hortalizas, legumbres, patatas, cereales), que pasan del 4% al 0%. También esta decisión afecta tanto a los aceites como a la pasta, aunque en su caso la bajada es del 10% al 5%. Esta rebaja tendrá un coste de 661 millones entre enero y 30 de junio y se prorrogará si la inflación subyacente no baja del 5,5%.

¿Cómo es que el pescado, el pescado y la carne han quedado fuera? Los motivos de estas ausencias son diferentes. En el caso del pescado, ha pesado que su rebaja el 10% al 5% afectaba también al marisco, no podía discriminarse por tipos de pescado, y Hacienda ha preferido no bajarlo a que su reducción implique la bonificación de un producto de lujo, según trasladan fuentes conocedoras.

A la carne le afecta el discurso, dominante en Podemos y que puede compartir el PSOE, de que hay que reducir el consumo de carne y en contra de las macrogranjas. Una de las mayores polémicas en las que se ha visto envuelto Alberto Garzón desde que es ministro se produjo en diciembre de 2021 en una entrevista en The Guardian, en la que trasladaba que España exporta carne de mala calidad y vinculaba parte de la producción de carne en España a macrogranjas de multinacionales que contaminan el entorno y emiten gases de efecto invernadero.

Pero es que seis meses antes Garzón ya levantó polémica con una campaña en la que recomendaba reducir el consumo de carne, que Pedro Sánchez desautorizó con su famosa apelación al chuletón al punto. Sin embargo, poco antes, el documento España 2050 que el presidente presentó con todo boato abogaba por reducir el consumo de carne.

Rebajas del IVA de la luz y el gas

Junto a ello, el Ejecutivo prorroga las rebajas fiscales en el recibo de la electricidad y del gas. Se mantendrá así el tipo de IVA del 5% para determinados suministros de energía eléctrica, así como la suspensión del impuesto del 7% a la generación eléctrica, y el tipo impositivo reducido del 0,5% -el mínimo que permite la UE- del Impuesto Especial sobre la Electricidad.

En lo que respecta al gas, se continuará aplicando un tipo de IVA del 5% en todos los componentes de la factura, lo que se extiende a las briquetas, pellets procedentes de la biomasa o la madera para leña empleadas como combustible en los sistemas de calefacción.

Pedro Sánchez anunció el 22 de junio que preparaba una bajada del IVA de la luz de 5 puntos, del 10% al 5%, después de hacer lo propio del 21% al 10% un año antes. La medida llegó justo después de que el PSOE sacara el peor resultado de su histórica en Andalucía, Se trató de la primera medida que Sánchez aprobaba de las que pide el PP en el plan económico que ha planteado al Gobierno. A la que ha seguido la rebaja del IVA del gas desde octubre.

El IVA de la luz cumplía en julio un año rebajado del tipo general del 21% al 10%, y se reducía a un tipo reducido del 5%, un punto por encima del tipo superreducido del 4%, en un impuesto que está armonizado en la UE y que si se quiere rebajar necesita que se consulte a Bruselas.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, venía asegurando que no era posible rebajar el IVA de la luz. Lo decía a finales de 2020 y lo sostuvo hasta casi su reducción en el verano de 2021. El pasado marzo, cuando se analizaba el primer paquete de medidas contra la guerra, se produjo el mismo debate con el IVA de los carburantes. Un argumento similar se esgrimió cuando se decidió desechar estas medidas sobre una rebaja del Impuesto de Hidrocarburos.

Francia, Portugal, Irlanda y Polonia ya han reducido la fiscalidad de los carburantes a principios de año para intentar paliar la crisis. Polonia, de hecho, ha rebajado el IVA de carburantes del 23% al 8% desde el 1 de febrero, antes incluso de la invasión de Ucrania, sin que haya trascendido si tiene aval de Bruselas. Aquí el Gobierno optó por una ayuda generalizada que ahora restringe al transporte.

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