Economía

De Axa a Qatar: BBVA abre la mayor operación urbanística de España al capital extranjero

La victoria legal del banco sobre Merlin y San José allana el camino para la entrada al capital de Madrid Nuevo Norte de un socio internacional

  • Terrenos en los que se desarrollará la operación Chamartín.

El negocio tras la mayor operación urbanística de España apunta más allá de sus fronteras. El principal accionista de la promotora de Crea Madrid Nuevo Norte, BBVA, busca dar entrada a un nuevo socio, un objetivo al hilo del cual fuentes del mercado apuntan al potencial de grandes inversores internacionales…en contraste con los otros dos accionistas que tiene hoy el proyecto, la inmobiliaria española Merlin Properties y la constructora también nacional San José.

Fuentes financieras citan como posibles interesados en la conocida como Operación Chamartín a la aseguradora francesa Axa -un inversor de largo plazo al que un proyecto a 25 años y más allá como este podría encajarle-, el fondo canadiense Brookfield -que ya mantuvo conversaciones con Santander de cara a hacerse con Merlin- o el fondo soberano de Qatar, primer accionista de la inmobiliaria de oficinas en sitios prime de Madrid y Barcelona y cotizada del Ibex 35 Colonial. En cualquier caso, el actual contexto de incertidumbre macrofinanciera dificulta una solución a corto plazo.

Según las fuentes consultadas, al menos uno de estos inversores internacionales, Axa, habría mostrado interés en hacerse con una parte de las acciones de BBVA. Pero habría ofrecido menos, en dinero, que los 900 millones que ha llegado a plantear Merlin por la totalidad de las acciones del banco vizcaíno. La inmobiliaria que dirige Ismael Clemente compró su 14,4% a San José por 170 millones -más un crédito a 20 años de otros 86 millones- a finales de 2019, lo que valoró a DCN en cerca de 1.200 millones.

Merlin, cuyo principal accionista es el Banco Santander, entró en DCN con un derecho de adquisición preferente sobre el paquete mayoritario de BBVA, lo que en principio le granjeaba tiempo para encontrar la oportunidad de ampliar su participación

Merlin, cuyo principal accionista es el Banco Santander, entró en DCN con un derecho de adquisición preferente sobre el paquete mayoritario de BBVA (76%), lo que en principio le granjeaba tiempo para encontrar la oportunidad de ampliar su participación.

Sin embargo, el banco vasco maniobró contra lo previsto en mayo de 2021 con una modificación unilateral de los estatutos de la promotora para ampliar el abanico de posibilidades en torno a sus acciones y poder negociarlas de manera independiente. Esto es, al margen del filtro del propio Merlin o San José, un hecho que generó controversias jurídicas hasta desatar un proceso de arbitraje en Madrid.

BBVA busca liquidez: DCN requerirá 7.000 millones en 25 años

Tras casi un año y medio de arbitraje, la Cámara de Comercio e Industria de Madrid ha rechazado todos los argumentos de Merlin y San José estimando que la mayoría accionarial está por encima de cualquier consideración jurídica al respecto de los estatutos.

Un fallo que los minoritarios acatarán, señalan fuentes financieras. Informantes del mercado descuentan así la entrada de un nuevo socio inversor capaz de mejorar, a ojos del BBVA, los términos ofrecidos hasta ahora por Merlin.

Se prevé que el proyecto genere 200.000 empleos ya en su construcción, y que active 1,5 millones de metros cuadrados de oficinas

La resolución ha llegado casi seis meses después de lo previsto inicialmente, y abre la puerta a un cambio en el control accionarial de la promotora de la Operación Chamartín. Se trata del mayor proyecto urbanístico de España y, probablemente, de Europa, con una inversión directa necesaria superior a los 7.000 millones de euros. La Comunidad de Madrid le dio el último ok a la operación tras tres décadas de trámites y negociación política en 2020 con el horizonte de 2045 como fecha de finalización.

Se prevé que el proyecto genere 200.000 empleos ya en su construcción y mueva 25.000 millones de euros de inversión directa e indirecta. Como parte del proyecto se activarían 1,5 millones de metros cuadrados de oficinas que supondrán el nuevo centro de negocios de la capital española, y se pondrían en el mercado 10.500 viviendas, de las que un 20% serán de protección pública, además de espacios verdes y comerciales.

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