La banca juega sus cartas en la renovación de la cúpula del Banco de España. Las entidades presionan para alargar otros dos años, de seis a ocho, los mandatos tanto del gobernador, Pablo Hernández de Cos, como de la subgobernadora, Margarita Delgado. Un movimiento para levantar muros de contención ante un posible asalto del Gobierno, según fuentes financieras consultadas por Vozpópuli.
El cambio de la cúpula en el Banco de España despierta recelos entre los banqueros. Sobre todo con alguno de los candidatos que suenan en las quinielas, como el ministro José Luis Escrivá.
Los bancos asumen en los círculos oficiosos un plan que suena desde hace tiempo en Cibeles, aunque son conscientes de que encara serias dificultades para salir adelante, como transmiten fuentes internas del Banco de España.
Al gobernador lo nombra el rey a propuesta del presidente del Gobierno. Su mandato tiene una duración de seis años, sin posible renovación, como marca la Ley de Autonomía del organismo. Para cambiar esta norma se requiere mayoría parlamentaria.
El gobernador, a favor
En alguna ocasión, el propio Hernández de Cos ha defendido extender hasta los ocho años el mandato de futuros gobernadores como medida para reforzar la independencia del banco central. En pleno estallido de la trama de Koldo para cobrar supuestamente comisiones ilegales en la compra de mascarillas, el abismo que separa a PSOE y PP se ha hecho todavía más insalvable, con lo que cualquier pacto entre los dos principales partidos sería prácticamente imposible.
Pero en el seno del Banco de España no se descarta algún movimiento por parte del PSOE con sus socios de Gobierno para contentar a los bancos, como indican fuentes próximas al banco central.
"Dentro del banco central se considera que la actual cúpula es demasiado permisiva con los bancos tras trasferir las competencias supervisoras al BCE
El Ejecutivo ha destensado la relación con los banqueros tras el impuesto al sector por los ingresos extraordinarios en el ciclo histórico de aumento de los tipos de interés. Carlos Cuerpo, ministro de Economía, se reunió por separado con los principales banqueros del país, como Ana Botín y José Ignacio Goirigolzarri, presidentes del Santander y de CaixaBank, respectivamente. En estos encuentros en su despacho en el Ministerio de Economía, Cuerpo trasladó su intención de dejar una vía abierta de diálogo.
La banca prefiere a Delgado
Los banqueros, que apuestan en su defecto por Margarita Delgado para suceder a su jefe al frente del Banco de España, quieren a toda costa mantener la estabilidad de la institución. La subgobernadora es en la actualidad la encargada directa de supervisar a las entidades, por lo que mantiene una relación fluida con el sector desde hace seis años, cuando fue nombrada subgobernadora con el respaldo del PSOE, en ese momento en la oposición antes de la moción de censura a Mariano Rajoy y que aupó a Pedro Sánchez a La Moncloa.
Precisamente, algunas fuentes internas del Banco de España critican que la actual cúpula es demasiado “permisiva” con los bancos, escudándose en que la supervisión directa del sistema recae en el Banco Central Europeo (BCE) desde 2014, con la entrada en vigor del Mecanismo Único de Supervisión (MUS) en la zona euro.
"Algunas voces dentro del Banco de España apuntan a que Sumar intentaría también influir en el nombramiento de la subgobenadora, cuando tradicionalmente lo suele elegir el principal partido de la oposición
Con la polémica ley de amnistía en Cataluña y el estallido del caso Koldo, se da casi por perdida la posibilidad de pactar la renovación en la cúpula de una de las instituciones más importantes del país. Tradicionalmente, aunque no siempre ha sido así, se ha acordado que el partido del Gobierno nombrara al gobernador y que el principal partido de la oposición lo hiciera con el subgobernador.
La aritmética parlamentaria ha cambiado considerablemente y ahora ya hay voces dentro del Banco de España que temen incluso que Sumar, el socio del PSOE en el Gobierno de coalición, quiera nombrar al número dos del banco central, según las fuentes consultadas.
En una reciente entrevista a Expansión, el ministro de Economía apeló a la “colaboración y la lealtad institucional” al ser preguntado sobre si intentará alcanzar un consenso con el PP para renovar la cúpula. Estas palabras se consideran un guiño para que se mantenga la tradición, como interpretan fuentes internas del supervisor.