El Banco de España quiso evitar a toda costa la interferencia política en la opa de BBVA. El supervisor aceleró la luz verde a la operación, técnicamente con un informe de no objeción, ante el riesgo de que un nuevo gobernador cercano a Moncloa intentara dilatar o incluso bloquear la operación, según trasladan a Vozpópuli fuentes próximas al banco central.
El grupo de La Vela solicitó formalmente el visto bueno al Banco de España en los primeros días de junio. Pero no fue hasta finales de ese mes cuando empezó a correr el plazo para que el Banco Central Europeo (BCE) emitiera su opinión a instancias del banco central español. Desde ese momento, en el que BBVA remitió al completo la documentación requerida, se puso en marcha el contador para el supervisor único: 60 días.
Ahora bien, como puso de manifiesto en junio Margarita Delgado, ya exsubgobernadora, este plazo era prorrogable otros 30 días e incluso los supervisores podían interrumpir el contador una vez durante un máximo de 15 días. Con estas premisas, el BCE podría haber alargado hasta finales septiembre e inicios de octubre la luz verde a la opa. Tampoco, como recuerdan las fuentes consultadas, había prisas ante la tardanza de otras autorizaciones administrativas.
Pero en el Banco de España se aceleraron los tiempos ante los fuertes rumores de que el ministro José Luis Escrivá se convertiría en el nuevo gobernador hasta 2030, señalan fuentes próximas a Cibeles. El banco central español remitió al BCE a finales de julio un informe favorable al concluir que la operación no provocaría un problema para la estabilidad financiera atendiendo a criterios de solvencia del comprador.
"En el Banco de España justifican oficialmente que siempre se trata de no agotar los plazos máximos en este tipo de operaciones
Por esas fechas, Moncloa ya había hecho oficial (el 11 de julio) su propuesta al PP de colocar a Escrivá al frente del Banco de España. Fuentes oficiales de la institución con sede en Cibeles justifican que se trasladó su propuesta al BCE considerando la menor actividad que suele producirse en agosto en los órganos de decisión con motivo de las vacaciones, "con el fin de que el BCE pudiera pronunciarse en plazo (60 días), a principios de septiembre". Desde el Banco de España recalcan que "siempre" se intenta no agotar los plazos fijados por la normativa.
El papel de Margarita Delgado
La comisión ejecutiva encargada de dar la luz verde a la opa fue presidida por Margarita Delgado, gobernadora interina en aquellos momentos ante el retraso en la renovación de la cúpula. Luego pasó por el consejo de gobierno, que también estaba liderado por Delgado.
"Fue el último servicio de Margarita Delgado ante los riesgos en el Banco de España por la nueva cúpula política", indican fuentes próximas al supervisor. El asalto a la institución se consumó con el nombramiento de Soledad Núñez, ex alto cargo con José Luis Rodríguez Zapatero, como número dos de Escrivá.
El supervisor levantó de esta forma un dique contra la influencia de Moncloa. El Gobierno se opone frontalmente a la opa de BBVA por los efectos que tendría sobre la competencia la desaparición del Sabadell. De hecho, tiene poder de veto en la última fase de la operación, en caso de que la oferta de canje propuesta por el grupo de La Vela triunfe y sea admitida por el 50,01% de los accionistas del banco catalán.
Escrivá: otra arma más para Moncloa
Y la llegada de Escrivá al Banco de España supone otra arma más para Moncloa en su intento de torpedear la operación, como advierten distintas fuentes financieras. Además, la mala relación del exministro con Carlos Torres, presidente del BBVA, también puede ser un factor determinante en la operación bancaria más importante de los últimos años. Escrivá y Torres coincidieron hace años en el banco, donde protagonizaron fuertes choques desde posiciones de mandos similares, como desvelan fuentes internas del grupo de La Vela.
"Al BBVA le espera todavía un largo camino de autorizaciones. Está pendiente de la CNMV, que tiene que aprobar el folleto de la opa antes de abrir el periodo de canje a los accionistas del Sabadell. La operación se puede ir a la primavera de 2025
Antes de que el presidente de BBVA ascendiera a CEO como paso previo a suceder a Francisco González, el exministro formaba parte de BBVA como jefe del servicio de estudios del banco (entre 2004 y 2010). En esa época, Carlos Torres ejercía como director de Desarrollo Corporativo y Estrategia de BBVA, una posición con mayor peso en el grupo pero que se podía asimilar a la de Escrivá en el escalafón.
Tras el visto bueno del BCE, BBVA aún tiene que recibir la luz verde de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). No está claro si el supervisor de los mercados esperará al preceptivo dictamen de Competencia antes de abrir el periodo de aceptación de la opa. Se estima que estas autorizaciones administrativas llegarán como pronto a finales de este año o incluso se pueden demorar a la primera parte de 2025.