La fusión de Bankia y Caixabank dará lugar al primer banco español por activos totales (664.027 millones de euros), al sumar los 218.455 millones del banco valenciano y los 445.572 millones de la entidad catalana, según las cuentas semestrales de 2020 consultadas por Vozpópuli. Entre las dos entidades suman 51.536 trabajadores y un total de 6.727 oficinas repartidas entre España y Portugal.
Esta fusión supone crear un gigante financiero entre el tercer y cuarto banco de este país, que tendrá como uno de los principales accionistas al Estado, a través del fondo español de rescate (FROB), que mantiene aún el 61,8% de Bankia.
El Ministerio de Economía ha comunicado que "en el caso de que esas conversaciones y estudios concluyan en una propuesta de acuerdo de fusión, el FROB los analizará con completa objetividad desde la perspectiva de generación de valor y optimización de su capacidad de recuperación de ayudas".
Dicha operación sería una buena noticia si no fuera porque este proceso de concentración se parece más a un rescate que a un plan de crecimiento. La pandemia que ha provocado la covid-19 ha obligado, prácticamente, a estas dos entidades a intentar integrarse.
En la última presentación de resultados de Bankia, su consejero delegado, José Sevilla, dejó la puerta abierta a una eventual fusión. No fue así en el caso de su pareja de baile. CaixaBank siempre ha insistido en que no contempla escenarios de fusiones.
El Estado diluiría su participación en Bankia del actual 61% hasta entre el 18% y el 20%, lo que situaría al FROB como segundo mayor accionista, solo por detrás de la Fundación La Caixa, que tendría en torno a un 30%, según las fuentes consultadas por este diario.
Asimismo, la presidencia recaería sobre el actual número uno de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, lo que conllevaría la salida de Jordi Gual, primer espada de Caixabank. Un movimiento más político que económico pues de llevarse a cabo sería la entidad catalana la que haría la compra y la que tendría más peso en una posterior ecuación de canje.
Sus cuentas
En el primer semestre del año Bankia ganó 142 millones de euros, lo que supone un 64,4% menos que un año anterior tras hacer dotaciones por 310 millones de euros en provisiones para la covid-19. Caixabank, por su parte, obtuvo un beneficio neto de 205 millones de euros, un 67% menos, tras provisionar 1.155 millones por el mismo motivo.
A cierre de mercado de este jueves, la capitalización bursátil de Bankia ascendía a los 3.180 millones de euros, al cotizar a 1,036 euros sus títulos. Caixabank está valorada en 10.800 millones de euros, con sus acciones vendiéndose a 1,82 euros.