Bankinter aprovechó las turbulencias financieras para crecer frente a la competencia. La entidad captó 3.600 millones de euros de otros bancos en el primer trimestre del año, cuando los inversores pusieron en el foco a entidades como Credit Suisse y Deutsche Bank, que tienen negocio en España a través de banca privada.
"Es un aumento muy grande para un primer trimestre", reconoció Jacobo Díaz, director financiero de Bankinter en la rueda de prensa de resultados del banco, que ganó un 20% más hasta marzo pese al pago de 77 millones por el impuestazo. El director financiero no quiso concretar de qué entidades procedía este dinero, que entró en Bankinter en distintos productos financieros, como fondos de inversión.
Bankinter ganó 185 millones en los tres primeros meses del año, que supuso un aumento de casi el 20%. Sin el impuesto extraordinario, que la normativa obliga a cargar ya en las cuentas todo el coste del año, la cúpula de la entidad estima que el beneficio se habría elevado un 60%.
La rentabilidad sobre recursos propios, conocida como ROE, rozó el 14% hasta marzo y la cúpula directiva prevé que termine cerca del 15% a finales de 2023, cuando batirá sus beneficios récord.
Críticas más tibias al impuesto
"No quiero seguir hablando del impuesto porque ya lo hemos pagado", admitió María Dolores Dancausa, consejera delegada de Bankinter, tras ser preguntada si con el aumento del margen de interés, que mide el negocio típico, por encima del 60% se hacía más difícil oponerse al nuevo gravamen.
"Lo vamos a digerir con creces. Pero esto no tiene nada que ver. Sigo creyendo que es injusto y que no se puede poner por razones emocionales", rebatió Dancausa.
Bankinter descarta por el momento una guerra de depósitos tras las turbulencias financieras provocadas por el Silicon Valley Bank (SVB) y Credit Suisse, aunque asegura que ya tiene una oferta personalizada para remunerar por este producto a los clientes más vinculados. "No creo que haya una excesiva prisa", apuntó el director financiero.
La consejera delegada de Bankinter no entró en valorar el plan de vivienda social del Gobierno con la Sareb para impulsar viviendas, pero aprovechó para criticar la nueva ley de vivienda, en la que se limita el precio de los alquileres al 3% para 2024 y se espera crear un índice alternativo al IPC para actualizar las rentas. "No me gusta que se intervenga el mercado. Además, alejar del IPC la renta de alquiler genera distorsión", criticó.
