El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido hacer más flexible la supervision de los préstamos dudosos (NPL) para que los bancos se puedan beneficiar plenamente de las garantías y moratorias establecidas por las autoridades públicas para hacer frente al coronavirus.
Los bancos centrales nacionales ejercerán de forma temporal una supervisión flexible con respecto a la clasificación de los deudores cuando las entidades soliciten garantías públicas. El supervisor también dará cierta flexibilidad con respecto a los préstamos en virtud de las moratorias públicas relacionadas con Covid-19.
Los préstamos que se vuelvan improductivos y estén bajo garantías públicas se beneficiarán del tratamiento prudencial preferencial en términos de expectativas de supervisión sobre la provisión de pérdidas. Por último, "los supervisores desplegarán una flexibilidad total cuando discutan con los bancos la implementación de estrategias de reducción de NPL, teniendo en cuenta la naturaleza extraordinaria de las condiciones actuales del mercado" explica el BCE en un comunicado.
Además, se debe abordar la volatilidad excesiva de la provisión "para pérdidas crediticias en esta coyuntura para evitar la excesiva prociclicidad del capital regulatorio y los estados financieros publicados". Dentro de su mandato prudencial, el BCE recomienda que todos los bancos eviten los supuestos procíclicos en sus modelos para determinar las provisiones y que aquellos bancos que no lo hayan hecho hasta ahora opten por las normas de transición de la IFRS9.
Estimaciones del BCE
El BCE estima que el impacto de las medidas de ayuda del Pilar 2 anunciadas el 12 de marzo asciende a un total de 120.000 millones en capital CET1. Esto permite a los bancos absorber pérdidas o financiar potencialmente hasta 1,8 billones de euros en préstamos a hogares y empresas.