BlackRock es, cada vez más, el dueño del Ibex 35. La firma de inversión que dirige desde Manhattan el mediático Larry Fink se ha acomodado como accionista de referencia en Iberdrola, Telefónica, Santander, BBVA o Repsol. Su última incorporación a este listado es Naturgy, una empresa que desde hace tres años está asediada por el ruido político y las diferencias de su consejo.
Unos inconvenientes que resultan muy llevaderos para el equipo de Fink. BlackRock se devoró la semana pasada al fondo Global Infrastructure Partners (GIP) por 11.400 millones, una operación que hace que BlackRock se adjudique inversiones en 40 compañías como es el caso Naturgy. Esta participación le da derecho a los dos consejeros que tenía hasta la fecha GIP en la gasista, una representación con la que no cuenta en el resto de empresas del Ibex, y el 20% del control de la compañía, que está muy por encima de esa horquilla del 5-8% con el que se posiciona BlackRock en las grandes empresas españolas.
Por lo tanto, las fuentes financieras apuestan que esa posición en Naturgy no es muy habitual para el fondo estadounidense y no hay que descartar que, en el medio plazo, lo adapte a su estrategia sin consejeros y con una reducción de su paquete accionarial. Un asunto que no se activará hasta que se produzca la integración de GIP en BlackRock.
Sólo depende de Estados Unidos
Esta megaoperación entre firmas de inversión estadounidenses sólo espera la luz verde de la Ley antimonopolio Hart-Scott-Rodino de Estados Unidos, junto con otras aprobaciones y autorizaciones reglamentarias de su país. A partir de ahí, la maquinaria se pondrá en marcha y Naturgy entrará en la nueva era de BlackRock. Unos hechos que, según señalan desde el sector financiero, pilla al Gobierno español en ‘fuera de juego’ porque, más allá de declaraciones exacerbadas, tiene poco margen de maniobra en esta operación.
En la Moncloa se ve un aliado en BlackRock. Las fotos que ha compartido Pedro Sánchez de sus dos reuniones con Larry Fink en la última legislatura así lo evidencian. El mundo del ‘dinero’ en Madrid considera que si Sánchez y su equipo quieren sacar adelante su hoja de ruta de descarbonización será de la mano de BlackRock, sin olvidar que es una firma de inversión que cuenta con estrechos lazos con el actual equipo de la Casa Blanca.
“BlackRock mantiene participaciones muy significativas en el capital de las principales empresas españolas”, recuerda Josep Bertrán, profesor de Finanzas de la EAE Business School. "Teniendo en cuenta que las actividades que desarrollan estas empresas tienen un carácter estratégico y un fuerte impacto sobre el conjunto de la población, en la medida que exista una divergencia entre los objetivos del fondo y las necesidades de la economía española, ello puede tener unos efectos no muy recomendables, tanto sobre las propias empresas como en el conjunto de la sociedad”, añade el profesor.
Brazos abiertos para BlackRock
Si el Gobierno está condenado al inmovilismo en la operación, desde el sector se destaca que el nuevo accionista de Naturgy es ‘más que bienvenido’ en el consejo. Los cuatro grandes accionistas de la gasista hasta la fecha no iban de la mano desde la OPA que lanzó en 2021 el último en llegar, el fondo australiano IFM.
El máximo accionista Criteria Caixa no fue muy favorable a la entrada de un nuevo actor en la mesa del consejo, mientras que el fondo británico CVC y GIP pusieron la alfombra roja mientras buscaban seguir exprimiendo el valor de su inversión. Poco después de este movimiento, estos fondos aprobaron partir Naturgy en dos para separar el negocio regulado del liberalizado para aumentar el valor de la compañía, una proceso que se bloqueó con la crisis en Ucrania para disgusto del consejo.
El último choque del consejo se produjo por el intento de nombrar un consejero delegado que redujera las funciones ejecutivas de Francisco Reynés. Cuando todo parecía cerrado, el fichaje de Ignacio Gutiérrez-Orrantia se canceló y el consejo zanjó este conflicto con un aumento del dividendo junto con una reducción de inversiones.
Mientras, IFM ha seguido comprando acciones en el mercado hasta llegar al 15% para aumentar su peso en la compañía a la sombra del liderazgo de Caixa y tanto CVC como GIP buscando el mejor postor para vender su participación en Naturgy. GIP lo ha logrado primero en su operación global y BlackRock se considera un actor ‘más fiable’ en un consejo tan dividido. Los dos consejeros de GIP que actualmente se sientan en la mesa de gobierno de Naturgy quedan a la espera de los planes del equipo de Larry Fink.
Desde el sector financiero no se descarta que BlackRock no quiera estar representado en el consejo, tal y como sucede en el resto de sus participaciones del Ibex. “BlackRock añade estabilidad a las empresas”, aseguraba Reynés en una entrevista en el diario Expansión tras esta operación. Otro indicador de que el fondo se recibe en el consejo ‘con los brazos abiertos’.
Leonidas
Estamos en manos de fondos extranjeros y este gobierno de ineptos sectarios a su poltrona