Economía

Bruselas da por sentenciado a Sánchez y tiende ya puentes con Feijóo

La Comisión Europea ya huele el cambio de Gobierno en España y afianza su acercamiento a Feijóo. El Gobierno ya no controla sus mensajes sobre su relación con Bruselas

  • Alberto Núñez Feijóo y Ursula von der Leyen. -

La Comisión Europea ya huele el cambio de Gobierno en España. El acercamiento de Ursula von der Leyen a Alberto Núñez Feijóo, que se venía observando en las últimas semanas, se ha afianzado este martes con un contundente y muy poco habitual desmentido de la Comisión Europea a una tribuna de El País. Este medio atribuía a la presidenta de la Comisión Europea unas declaraciones críticas con la última visita de Feijóo a Bruselas: "Este hombre ha venido sin ideas, sólo a desmontar al Gobierno de su país".

La columna de opinión fue tuiteada por el presidente del Senado, Ander Gil, junto con el eslogan "Tú eliges". Pero la portavoz de Comunicación Política de la Comisión Europea, Dana Spinant, se apresuró a desautorizarla. A ello se sumó después el propio organismo desde su cuenta oficial: "Negamos categóricamente cualquier declaración atribuida a la presidenta Von der Leyen en este artículo. Esto simplemente no es cierto y deseamos dejar las cosas claras. Nunca se solicitó a la Comisión Europea una reacción para este artículo".

Desde las filas del PP ya se aprecia un acercamiento que hace poco más de un mes se veía difícil. Entonces, el Gobierno de Pedro Sánchez y el PSOE controlaban los mensajes sobre su relación con Bruselas con una autoridad que esta semana se confirma que han perdido.

La cara de Von der Leyen y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, era un poema este martes, tres horas después del desmentido, en la rueda de prensa sobre la cumbre UE-Latinoamérica y Caribe (Celac). Pedro Sánchez les dejó solos para acudir a un mitin en San Sebastián, que ya estaba agendado, al igual que su presencia en la citada rueda.

Ni Von der Leyen ni Michel respondieron a la pregunta de RTVE sobre cómo explicaban la ausencia del muñidor de la cumbre y que ostenta la Presidencia rotatoria de la UE. El presidente de Argentina, Alberto Fernández, lo hizo en su lugar, aunque no se le había preguntado, para ensalzar la labor de Sánchez y asegurar que se había ido a "defender la democracia en España".

El cambio de tono de Bruselas con Sánchez y Feijóo es ya patente a pesar de los intentos del presidente del Gobierno y de Nadia Calviño de transmitir la "gran preocupación" que dicen ver en la UE con la llegada "de un gobierno de PP y Vox", y que este martes el Ejecutivo ha atribuido finalmente a Lula, Petro, Boric y Fernández.

Un cambio en el escenario de las relaciones de Bruselas que este martes también se ha visto en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros. La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha tenido que matizar que el desmentido del Ejecutivo este lunes al director general de Tráfico, Pere Navarro -a que se haya comprometido a imponer peajes en autovías desde enero con Bruselas-, en realidad se refiere a que está negociando con la Comisión cómo modificar este compromiso y "confía en poder sanear las cuentas en las carreteras sin tener que introducir peajes".

El viraje de Von der Leyen

El jueves 29 de junio, cuando se cumplía un mes de que Pedro Sánchez convocara elecciones y a las puertas de que España asumiera la Presidencia de la UE, se produjo el viraje. Feijóo declaró en Bruselas, en rueda de prensa tras la reunión del Partido Popular Europeo, en la que se fotografió con Von der Leyen, que la Comisión Europea está dispuesta a mejorar el Plan de Recuperación de Pedro Sánchez con el próximo gobierno.

Esta declaración supuso un ataque a la línea de flotación del discurso económico del Gobierno y de la campaña del PSOE: si gobierna Feijóo, se van al traste los fondos europeos del Plan de Recuperación, que es inamovible. Que además descansaba sobre la conocida como conexión Sánchez-Von der Leyen y la buena mano que el presidente del Gobierno y Nadia Calviño han exhibido que tienen con la Comisión Europea.

Una conexión que se ha llegado a temer en el Partido Popular, según ha podido constatar Vozpópuli. De hecho, el PP guardó silencio cuando el 31 de mayo Calviño anunció que iba a enviar la adenda del Plan de Recuperación a Bruselas la semana siguiente, con lo que comprometía antes de las elecciones generales los 94.300 millones de euros que España tenía pendiente pedir desde finales del año pasado y dejaba con escaso margen de maniobra al próximo Ejecutivo, que tendrá que asumir los compromisos de inversiones y reformas que cierre ahora el Ejecutivo de Pedro Sánchez.

Se trata de una decisión que este periódico comprobó que causaba gran malestar y preocupación en el PP, y que han criticado expertos y juristas. Pero la consigna fue mantener un perfil bajo. Su descontento no se hizo público, a diferencia del tono crítico que venían manteniendo con la gestión del Plan de Recuperación.

"Hay que explicarlo bien, no alarmar a la Comisión Europea". "Tenemos que tener cuidado al transmitir nuestra postura con los fondos. Hay miedo de que en medio de la campaña electoral la Comisión nos meta un rejonazo, que Paolo Gentiloni u otro comisario deslice críticas a lo que propongamos sobre fondos europeos u otras medidas económicas", contaban entonces otras fuentes populares.

"Tendremos que trabajar la relación con la UE. Lo que quiere la Comisión es relucir y que quede bien su Plan. Pero se les cae la baba con el Gobierno de Pedro Sánchez, son todo facilidades, ya nos hubiera gustado tenerlas en otras épocas", constataban hace mes y medio.

Dicho y hecho, el acercamiento ha fructificado y el 29 de junio Feijóo pudo ya dar muestra del entendimiento como base de la colaboración de la Comisión si gobierna.

Este giro también se vislumbró en la solemne inauguración de la Presidencia española el lunes 3 de julio en Madrid. De entrada, en su discurso inicial, Von der Leyen le puso deberes a Sánchez. Tras unas palabras del presidente español en las que aludió a numerosos expedientes pendientes que quiere impulsar y resaltó los que tienen que ver con la transición ecológica, la presidenta destacó que la "competitividad de la industria y la economía de la UE debe ser la primera preocupación de la Presidencia española", y en este escenario, afirmó que es fundamental "la reforma de las reglas fiscales", a la que Sánchez se había referido de pasada.

Pues bien, poco después, a la pregunta de si ve un peligro en el auge de a ultraderecha, a la que Sánchez declinó contestar por su lectura en clave interna entonces en precampaña y en un evento institucional europeo, Von der Leyen advirtió ante Sánchez del peligro de los "extremismos tanto de derechas como de izquierdas".

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