El pleno municipal de Madrid ha aprobado este miércoles el plan para la regulación de viviendas de uso turístico (VUT) con el que pretende frenar el avance de los ‘airbnb’ en la capital del país, a pesar de la oposición del Partido Popular y Ciudadanos, así como la de los propietarios y operadores.
La normativa, bautizada como Plan Especial para la regulación de uso terciario en su clase de Hospedaje (PEH), sólo ha contado con los votos a favor del Partido Socialista madrileño y la formación que lidera la alcaldesa Manuela Carmena, Ahora Madrid.
Según ha explicado el Ayuntamiento en un comunicado, el plan tiene como objetivo “frenar la conversión de viviendas del centro en alojamientos temporales turísticos” y conseguir que los ‘airbnb’ se trasladen fuera del núcleo de la ciudad para “redistribuir la actividad económica”.
Para ello, exigirá licencia como actividad terciaria de hospedaje a los alojamientos que se alquilen durante más de 90 días y establece las condiciones urbanísticas necesarias para obtener este permiso y el cambio de uso de residencial a terciario. También obligará a los propietarios a dotar de un acceso independiente a la vivienda para sus clientes, separado de la entrada común de la comunidad.
No obstante, las nuevas restricciones aprobadas este miércoles no afectarán a toda la ciudad, sino a los barrios del centro histórico. Serán distribuidos en tres anillos concéntricos, con diferentes limitaciones en función de la saturación de alojamientos. En el centro requerirán de un acceso diferenciado al del resto de vecinos.
Según ha informado el Ayuntamiento, afectará a más del 95% de las viviendas de uso turístico registradas actualmente en Madrid, que superan las 10.000. De acuerdo con las estadísticas de la institución, durante la campaña se detectó un 14% de actividad turística en todas las viviendas inspeccionadas.
'Airbnb' y los propietarios, en contra
La aprobación de este plan ha contado con el rechazo de plataformas como 'Airbnb' y de propietarios de estos inmuebles, que este miércoles han acudido al pleno con camisetas que pedían regulación pero no prohibición, mientras que en la tribuna de invitados también estaban presentes los vecinos que apoyan las restricciones.
El delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, ha explicado que Madrid no tiene un problema de masificación turística como ocurre con otras capitales como Ámsterdam, pero actúa cuando tiene "margen de maniobra" para evitar un fenómeno que termina con el turismo de calidad y que ha obligado a instalar tornos para acceder al barrio rojo de Ámsterdam o a Venecia.