Economía

Catalunya Caixa perdió 5.300 millones en depósitos tras su nacionalización en 2011

En apenas un año, la entidad catalana sufrió la fuga del 13% de su pasivo privado, según reconoce en un documento interno. Pese a que la recapitalización ha acabado con la sangría, puede perder otros 5.500 M. con el cierre de oficinas.

  • Sede de los servicios centrales de Catalunya Caixa.

La nacionalización de Catalunya Caixa ha significado la salida del 13% de los depósitos privados de la entidad. La entidad reconoce en un documento interno, al que ha tenido acceso Vozpópuli, que se produjo una fuga de 5.345 millones en depósitos en tan solo un año, desde la entrada del FROB, el 30 de septiembre de 2011, hasta finales del tercer trimestre de 2012. 

La fuga se inició ya en los primeros nueve meses de 2011. En ese período, la entidad catalana perdió 1.568 millones. En el primer trimestre como entidad nacionalizada (octubre-diciembre 2011), la retirada de depósitos alcanzó los 1.451 millones. Sin embargo, la mayor sangría se produjo entre abril y septiembre de 2012, con una pérdida de 3.468 millones (1.890 millones -2T 2012- y 1.578 millones -3T 2012-).

La entidad reconoce en este documento interno que “el proceso de pérdida de negocio ha sido igualmente significativa, fruto del proceso de deterioro de la franquicia”. “Ello ha sido especialmente relevante a partir del primer trimestre de 2012, en un contexto mediático que ha generado una creciente desconfianza entre los clientes de la entidad”, explica el texto.

La tendencia negativa ha logrado frenarse desde la recapitalización de la entidad, según confirman fuentes de la entidad, con saldos positivos en la captación de depósitos. La entidad logró cerrar el primer trimestre de este 2013 con un pasivo captado de 262 millones, fruto del vencimiento de los bonos de la Generalitat de Catalunya que han supuesto la entrada en el balance de la entidad de 685 millones. El último dato, correspondiente sólo al mes de noviembre, la entidad presidida por José Carlos Pla ha conseguido captar 283 millones.

A lo largo del presente ejercicio, la única caída de pasivo minorista y mayorista se produjo en el segundo trimestre, con un descenso de 1.514 millones que corresponden a la conversión de los depósitos que recibieron los titulares de deuda subordinada por acciones de la entidad.

La entidad puede perder otros 5.500 millones en depósitos que gestiona la red de fuera de Cataluña, en el caso de que no logre vender ningún paquete de sucursales sobrantes

La caída de depósitos no es preocupante porque Catalunya Caixa dispone de una muy cómodo colchón de liquidez tras la recapitalización por parte de Bruselas”, aseguran fuentes del Banco de España. El importe de los activos líquidos disponibles a 31 de marzo de 2013 ascendían a 17.774 millones. Las mismas fuentes inciden en que esa pérdida de pasivo no va a precipitar la venta de la entidad, prevista para 2014, según reiteró la pasada semana el ministro de Economía Luis de Guindos.

Pese a que la entidad ha logrado frenar la fuga de depósitos, se enfrenta a otra pérdida de pasivo fruto del proceso de cierre de toda su red fuera de Cataluña. La entidad reconoce en un documento enviado el pasado julio que las sucursales de la zona legacy mueven un negocio de 10.000 millones en créditos y 5.500 millones en depósitos.

Por tanto, la nacionalización y posterior rescate puede suponerle a Catalunya Caixa una pérdida de casi 11.000 millones de euros en depósitos si no lograse vender ninguna oficina de las alrededor de 400 sucursales que están previstas echar el cierre. La entidad tiene encargado al banco de inversión N+1, que también promueve la venta de la entidad, la búsqueda de compradores para la red sobrante en la que exista una posición equilibrada entre préstamos y depósitos. Para el resto de oficinas se prevé su cierre. “Ello condiciona, a efectos prácticos, la evolución del negocio financiero, en la medida que se prevé una rápida pérdida de los recursos captados por estas oficinas”, asegura el documento enviado por Catalunya Caixa a la CNMV. De esta manera, el banco catalán podría llegar a perder el 26,2% del volumen de depósitos (41.343 millones) con el que cerró el 2010 si se tuviesen que cerrar toda su red implantada fuera de su zona core.

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