La apertura de los grandes mercados automovilísticos mundiales como el europeo a los fabricantes chinos está facilitando que el coche eléctrico a nivel global tenga cada vez un mayor protagonismo de estos. Y es que China, que es además el mayor mercado automovilístico del mundo, sigue firme en su apuesta por la electrificación, con destacadas marcas como BYD, recién llegada a nuestro mercado, que ya supera a Tesla en número de ventas ante la creciente demanda de este tipo de vehículos.
Una muestra del poderío chino en lo que al coche eléctrico se refiere es el Salón del Automóvil de Shanghái, que arrancó el pasado martes y se prolongará hasta el próximo día 27, en el que de los más de cien modelos que serán presentados al público durante el evento, unos 70 son eléctricos.
“Los cambios en la industria han sido más rápidos que lo pronosticado por todos. Queremos mostrar a nuestros clientes y al sector el verdadero aspecto del futuro de la industria”, aseguró Brian Gu, presidente de Xpeng, una de las tres grandes firmas chinas que, según los expertos, tienen potencial para competir contra Tesla.
Según un reciente estudio de Moody’s, China aglutinó el 65% de los ocho millones de ventas de vehículos eléctricos registradas a nivel mundial el año pasado. En 2022, los denominados "vehículos de nuevas energías" –que no solo incluyen 100% eléctricos sino también a los híbridos enchufables– vendieron casi el doble, un 93,4% más, que el año anterior en China, y ya suponen un cuarto de las ventas totales de automóviles.
Menosprecio de Musk en 2011
Una rápida expansión del coche eléctrico que ha hecho recordar a la prensa local una entrevista realizada doce años atrás a Elon Musk, dueño y fundador de Tesla, quien no pudo evitar la risa cuando le preguntaron entonces por la posible competencia que le planteaba la china BYD, la cual contaba ya con el respaldo de Berkshire Hathaway, la firma del legendario inversor estadounidense Warren Buffett.
Musk no creía que la marca china fabricase “un buen producto”, asegurando que “no es particularmente atractivo ni su tecnología es muy fuerte” al tiempo que consideraba que la compañía debía centrarse más en sus problemas: “Se centran, y hacen bien, en asegurarse de que no mueren en China”.
Poco una década después, en 2022, BYD vendió casi 1,9 millones de coches eléctricos, más del triple que en el año anterior, por los 1,3 millones de Tesla, coronándose como mayor vendedor mundial de este tipo de automóviles… aunque bien es cierto que casi el 80% de sus ingresos siguen procediendo del mercado local.
No obstante, no todo es de color de rosa para los fabricantes chinos de eléctricos, que en 2023 deben enfrentarse a una nueva realidad tras el final de los subsidios que ofreció el Gobierno a este tipo de vehículos desde 2009 hasta finales del año pasado.
Esto ya se ha notado en las ventas, que en el primer trimestre han frenado notablemente su espectacular ritmo de crecimiento, aumentando un 26,2% interanual, lo que contrasta con el casi 140% que experimentó en el mismo período del año anterior.
Y este frenazo es más destacable todavía si se tiene en cuenta que las principales marcas del sector llevan embarcadas desde enero en una cruenta guerra de precios iniciada precisamente por Tesla, con decenas de fabricantes ofreciendo descuentos de hasta un 30% en algunos modelos para tratar de impulsar de nuevo sus ventas, especialmente en segmentos como el prémium.
Ante la competencia, el final de los subsidios y la tendencia a la ralentización de la economía nacional, las marcas chinas miran cada vez más al exterior para seguir creciendo. No en vano, las exportaciones de eléctricos se duplicaron (+120%) en 2022 hasta las 679.000 unidades.
Y, en el primer trimestre del presente año, las ventas al extranjero siguen una tendencia similar con un crecimiento del 106% y 248.000 unidades exportadas que, extrapolando los datos, podría suponer que alcanzasen el millón de coches eléctricos exportados a lo largo del ejercicio.