Queda poco más de un mes para que Nissan Barcelona cierre sus puertas y los trabajadores de la fábrica, tras unos meses de optimismo, vuelven a temer por su futuro tras conocer las exigencias de la china Great Wall Motors (GWM). La principal candidata a quedarse con las instalaciones de Zona Franca ha reclamado a las administraciones públicas un aumento de las ayudas para llevar a cabo el proyecto de reindustrialización tras realizar una auditoría que cuestiona la viabilidad del proyecto.
La petición del fabricante asiático de coches eléctricos ha sido conocida por los sindicatos de Nissan durante una reunión extraordinaria de la mesa de reindustrialización, de la que forman parte también el Gobierno, la Generalitat y la compañía japonesa, según ha informado el comité de empresa. Una reunión que llegó después de que una comisión de técnicos de GWM trabajara durante una semana en Barcelona para evaluar el funcionamiento de la fábrica y redactara un informe posterior que cuestiona la inversión.
GWM se plantea ahora una redimensión de su negocio para Europa y pone en duda tanto el estado de los activos como la capacidad productiva de Nissan Zona Franca, ya que pasa de plantear una producción inicial de 150.000 unidades al año a una de 300.000, el doble. La firma china cree necesario aumentar la inversión para actualizar la planta, por lo que pide más subvenciones a las administraciones, que se habían comprometido ya a una inyección de unos cien millones de euros.
El gigante del motor persigue también que el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona (CZFB), propietario de los terrenos en los que está instalada la planta de la multinacional japonesa, le rebaje el alquiler. Ante esta situación, el comité ha pedido la implicación "al más alto nivel político" por parte de las administraciones, en especial el Ministerio de Industria, para intermediar con el máximo cargo directivo de GWM.
1 diciembre, fecha clave
Además, la empresa china tampoco ve bien el acuerdo alcanzado con el comité de empresa de Nissan, que le obliga a quedarse con la plantilla por orden establecido de edad y con unas condiciones determinadas. Como respuesta, el comité ha reclamado a las administraciones y Nissan que exploren de manera urgente las diferentes alternativas a la firma china que estaban sobre la mesa para evaluar si es necesario cambiar de opción industrial, entre los que aparecían como secundarios los proyectos del fabricante de motocicletas eléctricas Silence y del Hub de Descarbonización de Barcelona, que lidera QEV Technologies.
La próxima reunión de la mesa de reindustrialización está prevista para el 1 de diciembre, fecha en la que el comité quiere conocer ya qué proyecto se lleva definitivamente a cabo para poder tranquilizar a la plantilla, que ve con inquietud los cambios de guion que se están produciendo. El secretario general de CCOO en Nissan, Miguel Ángel Boiza, ha explicado a Efe que el comité está estudiando movilizaciones para presionar a las administraciones y a la automovilística en la negociación, después de llevar a cabo una asamblea en Zona Franca que ha paralizado la línea de producción.
Desde el Ministerio de Industria, la propia ministra Reyes Maroto confía en que los poderes públicos sean "suspicaces" para poder convencer a la compañía china de las ventajas que tiene hacerse con las factorías de Nissan en Barcelona. En un acto de presentación de Experiencias Turismo España, Maroto ha dicho que "espera encontrar los instrumentos" para que la operación de reactivación de Nissan en Barcelona sea una realidad y para ello habrá una reunión de trabajo "al más alto nivel".
Cree que con las ayudas del Gobierno central y el de la Generalitat de Cataluña, Nissan es una inversión que garantiza un proyecto de futuro para la empresa pero tiene también ventajas para el fabricante. Ha destacado que en el marco de la reindustrialización de Nissan, hay "un portfolio de distintos proyectos" para recuperar las capacidades industriales de la planta, para lo cual los dos gobiernos "están trabajando juntos".