Economía

La Ciudad Financiera, en el aire: los antiguos dueños recurren la adjudicación al Santander

Santander acordó la adquisición de su sede en Boadilla del Monte (Madrid) con el grupo inversor británico Reuben Brothers el pasado mes de julio. La Ciudad Financiera entró en funcionamiento en el año 2004 y ocupa una superficie de 250 hectáreas

  • Imagen aérea de la Ciudad Financiera, en Boadilla del Monte (Madrid).

Los socios y acreedores de la sociedad que fuera propietaria de la Ciudad Financiera han presentado recursos contra la adjudicación del activo a Santander en el proceso concursal, aun no cerrado, de Marme, la sociedad que compró la sede del banco en Boadilla del Monte (Madrid) entre 2007 y 2008.

De acuerdo a fuentes jurídicas conocedoras del proceso, los antiguos propietarios de la sede de Santander en Madrid han presentado dichos recursos aludiendo a recientes sentencias del Tribunal Supremo que defienden deberían aplicarse en la fase de ejecución del plan de liquidación de Marme, referidas al tratamiento de los intereses de un préstamo hipotecario devengados antes y después de un concurso de acreedores. Hoy viernes finaliza el periodo para contestar a los recursos presentados.

Santander vendió entre 2007 y 2008 una decena de inmuebles singulares, 1.152 oficinas y la Ciudad Financiera a distintos compradores. El comprador de la Ciudad Financiera fue Marme Inversiones, sociedad constituida por los financieros Glenn Maud y Derek Quinlan, que acordaron con los Botín ser sus caseros hasta 2048, año en el que Santander podría recomprar su sede.

Marme entró en concurso de acreedores en el año 2014 al no poder hacer frente al pago de los cerca de 2.000 millones de euros que costó la sede del banco presidido por Ana Botín. La liquidación de Marme ha incluido un complejo proceso de venta de la Ciudad Financiera para pagar a los acreedores, entre ellos Caixabank, el antiguo The Royal Bank of Scotland e ING.

A ese proceso de subasta, que se puso en marcha en el segundo semestre de 2018, acudió el banco presidido por Ana Botín, convencido de que recuperaría su sede. Pero entonces aparecieron los hermanos Reuben, inversores británicos de origen indio, una de las mayores fortunas del país.

El pasado mes de noviembre, la administración concursal de Marme designada por el juez, anunció que la mejor oferta presentada por la Ciudad Financiera había sido la británica, algo más de 3.000 millones de euros.

"Solución amistosa"

Pero Santander no está por la labor de permitir que su sede en España no sea de su propiedad, entre otros motivos por el coste contable que supone el alquiler anual del activo. A principios del pasado mes de julio, el banco llegó a "una solución amistosa" con los Reuben para recomprar su sede.

Sin embargo, para que este acuerdo esté finalizado, el juzgado mercantil número 9 de Madrid debe adjudicar formalmente las instalaciones a la entidad española, y antes resolver los recursos indicados presentados por los antiguos propietarios de la Ciudad Financiera.

Las fuentes consultadas indican que en el plan de liquidación de Marme no se contemplaba la compra de Sorlinda -la sociedad creada por los hermanos Reuben para hacerse con la sede del Santander y que fue adquirida por el banco español el pasado mes de julio-, factor que también podría dificultar la operación.

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