Economía

El lujo de compartir piso: una habitación en Barcelona cuesta 355 euros más al mes que en Jaén

Este incremento se da a pesar de un aumento en la oferta de habitaciones disponibles, que ha crecido un 26% en el último año

Compartir piso en Barcelona cuesta 355 euros más que en Jaén
Compartir piso en Barcelona cuesta 355 euros más que en Jaén

Barcelona se consolida como la ciudad más cara de España para compartir piso, con un coste medio de 565 euros mensuales por habitación, según el último informe de Idealista. Esta cifra contrasta significativamente con los precios en ciudades como Jaén, donde alquilar una habitación cuesta solo 210 euros al mes, la tarifa más baja del país. Esta diferencia de 355 euros refleja la creciente brecha en el mercado inmobiliario español, marcada por la disparidad económica entre las principales ciudades y las capitales de provincias más pequeñas.

Barcelona: alquileres en las alturas

El aumento del precio del alquiler en Barcelona no es un fenómeno nuevo, pero el hecho de que haya alcanzado los 565 euros de media por habitación subraya la presión continua sobre el mercado inmobiliario en la capital catalana. Este incremento se da a pesar de un aumento en la oferta de habitaciones disponibles, que ha crecido un 26% en el último año. Sin embargo, la demanda en la ciudad ha seguido creciendo, lo que ha mantenido los precios en niveles elevados.

El encarecimiento de los alquileres en Barcelona refleja tanto la alta demanda de vivienda como la limitada oferta de nuevas construcciones, especialmente en zonas céntricas y bien comunicadas. A pesar de los esfuerzos del Ayuntamiento para aumentar la oferta de vivienda asequible, los precios continúan subiendo, obligando a muchos a buscar alternativas en áreas periféricas o incluso en ciudades cercanas.

Palma y Madrid: alquileres de habitación en el mismo nivel

Justo detrás de Barcelona, las ciudades de Palma y Madrid registran un precio medio de 500 euros al mes por habitación, situándose como las segundas más caras de España. En Madrid, la demanda de habitaciones sigue creciendo, aunque la oferta ha aumentado solo un 6% en el último año. Esta combinación ha llevado a un aumento del precio medio del alquiler del 10% en la capital española. Palma, por su parte, ha experimentado un incremento en la oferta del 20%, pero esto no ha sido suficiente para frenar la subida de precios, que también ha alcanzado el 25%, reflejando la alta competitividad en el mercado de alquiler en la isla.

En el extremo opuesto del espectro de precios, Jaén y Palencia destacan como las ciudades más económicas para alquilar una habitación, con tarifas medias de 210 y 217 euros al mes, respectivamente.

El bajo coste de vida, combinado con la disponibilidad de oferta de alquiler, hace de Jaén y Palencia destinos ideales para estudiantes y trabajadores que buscan reducir sus gastos.

Incremento de la oferta en el mercado de habitaciones

El informe de Idealista revela que la oferta de pisos compartidos ha aumentado un 29% interanual durante el segundo trimestre de 2024. Este incremento significativo se ha traducido en una moderación del crecimiento de los precios, que han subido solo un 3% en promedio, situándose en 400 euros mensuales en muchas capitales.

El aumento de la oferta es un fenómeno generalizado en casi todas las capitales de provincia, con solo seis excepciones: Soria (-36%), Palma (-20%), Palencia (-15%), Bilbao (-3%), Lugo (-2%) y Segovia, donde la oferta se ha mantenido estable. Este crecimiento en la oferta ha sido especialmente notable en ciudades como Logroño (155%), Castellón de la Plana (121%) y Albacete (109%), donde el número de habitaciones disponibles se ha más que duplicado en un año.

Movimientos en el mercado: ofertas y demanda

La dinámica entre oferta y demanda ha sido un factor clave en la evolución de los precios de alquiler en las diferentes ciudades. A nivel nacional, el número de personas interesadas en alquilar una habitación ha aumentado un 15%, aunque este crecimiento no ha sido uniforme en todas las ciudades. Por ejemplo, Castellón ha experimentado una caída del 43% en la demanda, mientras que en grandes mercados como Alicante, Valencia y Barcelona, el interés por alquilar habitaciones ha disminuido un 24%, 15% y 8%, respectivamente.

En contraste, ciudades como Bilbao, Palma, San Sebastián y Madrid han visto un aumento significativo en el número de personas interesadas por habitación, con incrementos del 66%, 46%, 42% y 39%, respectivamente. Este aumento de la demanda en estas ciudades ha mantenido la presión sobre los precios, que continúan siendo elevados en comparación con la media nacional.

Subidas de precio y estabilidad en el mercado

El informe destaca que, a pesar del aumento de la oferta, los precios de alquiler han seguido una tendencia mayoritariamente alcista en la mayoría de las capitales de provincia. Solo en Teruel (-3%) y Las Palmas de Gran Canaria (-1%) se ha registrado una reducción en los precios, mientras que en Sevilla se han mantenido estables.

La mayor subida de precios se ha dado en Cáceres, con un aumento del 27%, seguido de Badajoz, Ceuta y Palma, todas con un incremento del 25%. Estos incrementos reflejan la creciente demanda de alquiler en estas ciudades, impulsada en parte por la migración interna y la búsqueda de alternativas más asequibles a las grandes metrópolis.

Entre los grandes mercados, tras Palma, la mayor subida de precios se ha registrado en Alicante (16%), seguida de Barcelona (13%), Madrid (10%) y Valencia (8%). Estas cifras subrayan la continua presión sobre el mercado inmobiliario en estas ciudades, donde la demanda supera con creces la oferta disponible, especialmente en zonas céntricas y bien comunicadas.

El perfil del inquilino en pisos compartidos

El informe también ofrece un perfil detallado de las personas que comparten piso en España. La edad media de los inquilinos se sitúa en los 30 años, lo que indica que este tipo de alquiler es especialmente popular entre jóvenes profesionales y estudiantes. Además, solo el 16% de las viviendas acepta fumadores, y apenas el 4% permite mascotas, lo que refleja una preferencia por mantener ciertas normas de convivencia en los hogares compartidos.

En cuanto a las preferencias de los inquilinos, la mayoría (69%) se muestra indiferente a la hora de compartir piso con estudiantes o personas trabajadoras. Sin embargo, un 23% de las ofertas está destinada exclusivamente a trabajadores, y un 8% solo acepta estudiantes, lo que indica que todavía existen ciertos estereotipos o preferencias en el mercado de alquiler compartido.

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