Las pymes han sido uno de los motores económicos que más ha sufrido durante la crisis del coronavirus. La obligación del cierre total de muchas de ellas y la baja digitalización general de este sector ha castigado sus cuentas durante los meses de confinamiento.
También han afrontado otra 'pandemia', la de los ataques informáticos. Los ciberdelincuentes atacan allí donde hay más posibilidades de éxito y las empresas de mediano o pequeño tamaño están menos concienciadas respecto a la seguridad informática que las grandes corporaciones, además de disponer de menor músculo financiero para contratar soluciones en este sentido.
Según datos facilitados por la empresa de ciberseguridad Kaspersky a este medio, los ataques mediante phishing -suplantación de identidad- crecieron un 36% si se comparan los meses de marzo, abril y mayo de 2020 con los obtenidos en ese mismo trimestre pero de 2019.
El número de ataques a través de malware -programas maliciosos-, la cifra ascendió de 829.586 ataques a 844.883 ataques en los meses de pandemia
En concreto, en los tres meses analizados, se registraron 359.000 ciberataques mediante técnicas de suplantación de identidad, por los 490.000 que se produjeron en pleno confinamiento durante el coronavirus.
El problema es que este tipo de incidentes debe ser comunicado en muchos casos a los clientes -sobre todo si se comprometen sus datos-. De hecho, según un informe de GoDaddy, compañía dedicada al registro de dominios de Internet y a alojamiento web, "tres de cada diez pequeñas empresas que sufrieron un ciberataque tuvieron que informar a sus clientes de la brecha de seguridad, poniendo en peligro la reputación de su marca".
España, país de pymes
El problema es aún de mayor calado si se tiene en cuenta que el 95% de las empresas españolas son pymes con menos de diez empleados, según un informe del Instituto de Estudios Económicos (IEE).
A esto hay que añadir el condicionante de que muchas pequeñas y medianas empresas cesaron la actividad al completo. Es decir, ha habido menos pymes activas que en el trimestre de marzo a mayo de 2019 pero, sin embargo, el número de ataques ha sido un tercio mayor.
En concreto, a primeros de abril 122.000 empresas y pymes echaron el cierre en nuestro país -a lo qure hay que sumar los ERTES-, lo que supone un 8,2% del total del sector productivo español. Son datos de la Seguridad Social. En febrero el número de empleadores en nuestro país se acercaba a los 1,5 millones mientras a finales de marzo esta cifra se redujo hasta los 1,36 millones de contratantes. Hasta ese momento no se había registrado un descenso de tales dimensiones.
En cuanto al número de ataques a través de malware -programas maliciosos-, la cifra ascendió de 829.586 ataques a 844.883 ataques. Kaspersky habla siempre de incidentes detectados. La cifra de los realizados es, evidentemente, mayor.