El mercado tiene muy buena memoria y le cuesta olvidar. Las heridas de la gran banca española siguen sin cicatrizar en el Ibex 35 porque los inversores no terminan de confiar en un sector tan frágil y complejo.
Los grandes bancos valen hoy 40.000 millones de euros menos en Bolsa de lo que lo hacían en el verano de 2012, justo después del rescate por parte de Bruselas. En estos siete años los bancos han conseguido remontar sus beneficios, pero los problemas de solvencia y rentabilidad siguen estando ahí, sobre todo, porque cada vez son mayores las exigencias del Banco Central Europeo (BCE).
Tampoco ayudan los grandes problemas reputacionales que ha tenido el sector. Y no sólo por escándalos de blanqueo de dinero, escuchas ilegales o pleitos de poder, sino por casos reales que afectan al ciudadano, como las cláusulas suelo, los gastos de las hipotecas o las preferentes.
Son heridas que siguen haciendo mella en la imagen que tienen las entidades de este país y que tardará en sanar, sobre todo porque de vez en cuando surgen nuevos pleitos que amenazan con meter el dedo en la llaga. La próxima será la sentencia de la UE sobre el índice IRPH, que a pesar de estar avalado por el Banco de España podría haberse utilizado de manera abusiva por la banca.
Sea como fuere, las entidades de este país ya han comenzado a provisionar para hacer frente a esta nueva disyuntiva, porque entre todo el sector tienen 16.000 millones en hipotecas vinculadas a este índice.
Los pleitos más sonados
Este año se han abierto nuevos frentes judiciales para las primeras marcas bancarias de este país. El BBVA protagoniza una de las tramas con más recorrido del llamado caso Villarejo. Por el momento, han sido imputados ocho directivos de la entidad, entre ellos su exconsejero delegado Ángel Cano y el propio banco.
Esto ha provocado dos salidas por la parte alta de la cúpula: Antonio Béjar tuvo que dejar su cargo como presidente de DCN, promotora participada mayoritariamente por BBVA, y el banco hizo lo mismo con Eduardo Arbizu, responsable jurídico del banco desde 2002.
Nadie en el seno de la investigación se atreve a descartar que esa lista siga creciendo a medida que se vayan sucediendo las pesquisas de esta causa, tal y como publicó este diario.
El fichaje de Andrea Orcel por parte de Santander también ha estado bajo la lupa. El banquero italiano pide más de 100 millones al banco por su fichaje frustrado. Entre los documentos aportados en la demanda, el italiano ha incluido conversaciones telefónicas que mantuvo con la presidenta del Santander, así como correos electrónicos que intercambiaron.
El magistrado de la Audiencia Nacional José de la Mata ha acordado investigar a ING, CaixaBank e Ibercaja. Por otro lado, el ministerio público ha solicitado aumentar la pena de prisión del expresidente de la entidad Rodrigo Rato. Tras escuchar las más de 50 sesiones del juicio oral, ha pasado de pedir cinco años de prisión a ocho años y medio al añadir un delito continuado de falsedad contable al delito de estafa a inversores que ya había pedido para él.
