La guerra entre los súper y el campo, con la intervención del Gobierno entre medias, no parece que tenga fácil solución a corto plazo. La agricultura acusa a la distribución de aumentar márgenes a base de inflar los precios; a su vez, éstos se defienden y lanzan el dardo contra el sector primario; y mientras tanto el Gobierno trata de contentar a unos y otros sin grandes resultados.

Una de las grandes acciones del ministerio de Agricultura en este sentido fue crear una agencia de control alimentario, creando una especia de 'listas negras' para 'vigilar' a los supermercados. Sin embargo, mientras Planas pone el foco en los súper, con datos firmes reconoce que en realidad llevan tres años recortando márgenes para hacer frente a la inflación, mientras el campo empezó a recuperarse en 2022. Así se desprende del informe semestral del Observatorio de Márgenes, realizado por el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa junto con el Banco de España.

Según estos datos, desde el primer trimestre de 2021 los supermercados no paran de ver cómo sus márgenes se reducen mientras que el campo, que tanto denuncia su mala situación económica, vivió su gran recuperación en el tercer trimestre de 2022 y desde entonces no ha parado de aumentar márgenes (excepto por una pequeña caída en los primeros tres meses del 2023), muy por encima de los niveles prepandemia.

A nivel general, en el segundo semestre de 2023, los márgenes sobre ventas de la cadena agroalimentaria (que incluye a agricultura, industria agro y supermercados) aumentaron ligeramente, aunque todavía quedan muy lejos de los niveles anteriores a la pandemia. Sobre la agricultura señalan que aunque los márgenes hayan aumentado a lo largo del trimestre, "hay que tener en cuenta que la información disponible en este informe no incluye a los autónomos, con elevada presencia en este sector".

Por otro lado, el margen sobre ventas de la industria agroalimentaria se mantuvo todavía en niveles muy inferiores a los anteriores a la crisis energética, aunque "durante el último semestre parece haber iniciado una senda de recuperación hacia los niveles previos a la pandemia". Por último, los márgenes sobre ventas en el comercio de alimentos encadenan descensos desde 2021, sin que se reviertan las contracciones experimentadas durante la crisis energética.

El Gobierno señala al campo por la subida de márgenes...

De esta manera, el Gobierno tacha como culpables de la inflación a los trabajadores del campo, al ser los únicos de toda la cadena alimentaria que han aumentado sus márgenes por encima de los niveles prepandemia.

Este "señalamiento" no sienta nada bien al sector agrario, que, denuncian, tienen que hacer frente a pérdidas económicas y a un 'ahogo' constante. "Si nos ahogan con normativas sin sentido, en base a doctrinas medioambientalistas, y siempre en pro de un mercado con terceros profundamente injusto, no nos queda otra que subir precios, porque si no nos morimos. Ni compensamos el gasto ni hay producto suficiente, es a lo que nos abocan. No se puede cultivar en verde con números rojos", denunciaron a Vozpópuli fuentes del sector en ocasiones anteriores.

 "Si el mensaje que mandan es que somos los que más márgenes generamos, significa que somos los que encarecemos los productos. Nos señalan y no se quieren dar cuenta de que es por su culpa. Es demagogia", añadieron otras fuentes.

... pero vigila a los súper

El Gobierno navega en aguas turbulentas, tratando de contentar a todas las partes, porque mientras 'acusa' al campo de la subida de márgenes, y por lo tanto les señala como parte culpable de la inflación, vigila a los súper con una agencia estatal, en un intento de calmar a los trabajadores del campo.

Enmarcado en el paquete de 18 medidas que Luis Planas anunció para intentar calmar los ánimos en el sector, el ministro oficializó la creación de la Agencia Estatal de Información y Control Alimentario, con el objetivo de reforzar la inspección de las infracciones a lo largo de la cadena alimentaria, siendo una de sus funciones la publicación de las multas graves y muy graves impuestas a empresas por infringir la Ley de la Cadena Alimentaria, en una especia de 'listas negras'.

Una decisión que refleja la tensa situación que está teniendo que gestionar el ministerio de Agricultura, tratando de dar una de cal y una de arena a unos y otros.

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