Economía

División en el campo: los 'rebeldes' exigen a los sindicatos agrarios más firmeza contra el Gobierno

Ante el inicio de las protestas oficiales, los 'rebeldes' se enfrentan también a los sindicatos porque les culpan de no actuar con firmeza contra el Gobierno ni reivindicar sus necesidades

Crisis en el sector del campo, en todos los sentidos. Más allá de las manifestaciones y tractoradas de esta semana, agricultores y ganaderos están divididos internamente por el papel de los sindicatos agrarios. Justo en el día en que han comenzado las manifestaciones oficiales, miles de trabajadores del sector han mostrado su descontento y han criticado a las principales asociaciones por las polémicas subvenciones que reciben del Gobierno. "Ningún grupo sindical nos representa", cuentan fuentes del sector a Vozpópuli.

Desde el martes, cientos de agricultores independientes han tomado carreteras y el centro de las ciudades para 'gritar' contra las políticas agrarias europeas. Y ante el inicio de las protestas oficiales, convocadas por Asaja, COAG y UPA, los 'rebeldes' se enfrentan también a los sindicatos porque les culpan de no actuar con firmeza contra el Gobierno ni reivindicar verdaderamente sus necesidades, "por estar comprados por el Gobierno", aseguran.

Los agricultores se ven condenados a formar parte de los sindicatos para poder acceder a las ayudas estatales y europeas. Y para poder formar parte de los mismos, tienen que aportar una cuota anual, que, según ha podido saber este periódico por fuentes sindicales, suelen ser de unos 60 euros cada año. "Nosotros le damos nuestro dinero, sin casi elección además, mientras ellos, que reciben millones cada año por parte de Europa y del Gobierno, no nos defienden porque al final, dependen de quien les paga", cuentan fuentes 'rebeldes' del campo.

Sin ir más lejos, Asaja, según se puede consultar en su página de Transparencia, solo en el año 2022, el último año en el que recogieron públicamente los datos de subvenciones, recibió casi dos millones de euros en diferentes ayudas estatales.

Precisamente esta división entre los trabajadores del campo es la que les ha llevado a manifestarse los días previos a las convocatorias oficiales de manera independiente, autónoma y espontánea, para defender al campo "más allá de la tímida defensa que realizan los sindicatos". "Se han convertido en meras gestorías, pero no defienden ya los derechos del campo", denuncian a Vozpópuli fuentes del sector. En esta línea, un agricultor denunció este miércoles en declaraciones a Antena 3 exactamente lo mismo: "Yo le pago 80€ a mi sindicato y el Gobierno les da 600€ por mi filiación, ¿a quién le van a hacer caso, a mí que le pago 80€ o al Gobierno q le paga 600€?".

Esta situación de tensión tiene muchos años de arrastre ya que, aunque se fundaron con "buena intención", la entrada de dinero subvencionado no sentó muy bien a los trabajadores del sector, porque sintieron que era una manera de tener que depender sí o sí del Gobierno. Pese a todo, desde Asaja cuentan en conversaciones con este periódico que están muy satisfechos con las primeras manifestaciones oficiales, que han transcurrido en Ciudad Real, Ávila y Salamanca, en donde aseguran que ha habido una "muy buena" participación, y un muy buen ambiente.

Tensión en los super y en el Gobierno por la crisis del campo

El hartazgo y el sucesivo e incesante 'ahogo' del campo parte de las instituciones europeas se ha materializado en estas manifestaciones, que esta semana ponen contra las cuerdas al Gobierno y al sector de la distribución, como bien aseguró este miércoles la propia Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (ANGEDen un comunicado.

Aparte de lo que supone tener un sector entero manifestándose en la calle, el hecho de que la gran mayoría de estas concentraciones estén organizadas por iniciativa propia preocupa más todavía al Gobierno y a los super, porque no saben cuándo van a terminar ni qué planes van a seguir.

De hecho, teniendo el antecedente de lo que ocurrió en 2022, el sector de la distribución ya mueve ficha para evitar problemas mayores. Por ello, Luis Planas, Óscar Puente y Fernando Grande-Marlaska, ministros de Agricultura, Transportes e Interior, respectivamente, trabajan en conjunto y en coordinación con supermercados y grandes superficies para organizar un dispositivo que garantice la seguridad de los aprovisionamientos, en peligro principalmente por el bloqueo de los grandes mercados, como Mercamadrid, tal y como adelantó Vozpópuli.

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