Los empresarios ven con buenos ojos vincular la formación a los nuevos ERTE, siempre y cuando el Gobierno se encargue de financiar la mayoría de los cursos. Confían en que así sea, después de que el ministro José Luis Escrivá defendiera que se harían cargo "del grueso" de esta financiación, y esperan a conocer a través del BOE los detalles finales.
Por el momento, los empresarios se agarran a que será "formación bonificada" la que se vinculará a partir de noviembre a estos expedientes, con un plan de formación por parte de la empresa, que se ejecutará entre el 1 de noviembre y el 30 de junio. "Es fundamental que salgan las convocatorias de formación subvencionada para que las pymes del comercio puedan ofrecer esa formación a los trabajadores", insisten desde la Confederación Española de Comercio (CEC), la patronal de los pequeños y medianos del sector.
Este martes, el Consejo de Ministros dio luz verde al nuevo acuerdo para prorrogar los ERTE, que se cerró el lunes por la noche, en el que Trabajo y Seguridad Social recalcaron que se trata de "subvencionar el
grueso del coste de la formación y aplicar exoneraciones a las empresas que formen a sus trabajadores en ERTE", con el objetivo de incentivar estos cursos para "favorecer" la reincorporación laboral de estos empleados.
"Los empresarios valoramos de manera positiva el trato a la formación en este acuerdo, que avala el compromiso de las organizaciones con los trabajadores para garantizar su empleabilidad"; recalcaron CEOE y Cepyme tras firmar la noche del lunes.
Las empresas miran a las exoneraciones
Según avanzaron los ministerios que dirigen Escrivá y Yolanda Díaz en el Consejo de Ministros, las empresas que formen a personas afectadas por este tipo de ERTE tendrán derecho al incremento del crédito para la financiación para actividades formativas, siempre en función de su tamaño: de 1 a 9 trabajadores, 160 euros por trabajador; de 10 a 49 trabajadores, 240 euros; y de 50 o más: 320 euros.
A la espera de conocer cuál es el desembolso final que tendrán que hacer las compañías, las patronales consultadas esperan a que el Ejecutivo "dé facilidades" y el coste para ellas sea mínimo. No en vano, son las empresas las que tendrán que confeccionar o seleccionar los cursos para sus empleados, algo que, a ojos de los sindicatos, va a traer complicaciones.
"En un mes no es posible planificar cursos de formación para decenas de miles de trabajadores, las empresas no están preparadas para poder hacerlo y el Estado no tiene recursos liberados en estos momentos para dedicarlos a esas partidas", reseñaba el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, en una entrevista este lunes en RNE. No obstante, consideran que tiene sentido plantearlo a largo plazo: "Es importante empezar a pensar en que los ERTE fuera de pandemia que se planteen en nuestro país vayan acompañados de formación".
El acuerdo del Gobierno con los empresarios llegó también en el área de los beneficios por poner en marcha los cursos, que tomarán forma -además de las ayudas a la formación- a través de exoneraciones de las cotizaciones a la Seguridad Social. Estas serán mayores según el tamaño de la empresa y las "acciones formativas" que ponga en marcha, según el acuerdo firmado por las partes. Según lo avanzado, para empresas de menos de 10 empleados las exoneraciones en las cuotas a la Seguridad Social alcanzarán el 80% si realizan acciones formativas y el 50% para el resto; si la empresa tiene 10 o más trabajadores, tendrá una exoneración del 80% si las realiza, y del 40% si no lo hace.
Además, explicaron Trabajo y Seguridad Social, el número mínimo de horas de formación de cada persona, que deberá desarrollarse durante la jornada suspendida, será de 30 horas en las empresas de 10 a 49 trabajadores y de 40 para las que tienen 50 o más.
Esperan recuperarse en Semana Santa
Con todo, los empresarios están satisfechos con que la prórroga de los ERTE llegue hasta el 28 de febrero, y ya miran hacia la Semana Santa como el momento en el que se recuperarán la mayoría de las compañías.
"Para valoración de Navidad es pronto, porque todavía quedarán limitación y es difícil cuantificar. Habrá recuperación, pero creemos que empezará a notarse en Semana Santa", apuntan desde la patronal Hostelería de España. Su presidente, José Luis Yzuel, es claro: "Confiamos en que el fin de la prórroga marque un cambio de ciclo".
Algo parecido defienden desde la CEC, que recalca que aunque sus previsiones "son relativamente optimistas" -recuperar de cara al tercer trimestre del año y con carácter general el 90% de la facturación de 2019-, el sector del pequeño comercio es "bastante heterogéneo y mientras unos negocios muestran mejores resultados, otros, sobre todo los relacionados con equipamiento personal y los situados en zonas dependientes del turismo extranjero siguen teniendo una situación bastante vulnerable", explican.
En este sentido, los comerciantes consideran que la prórroga puede salvarles: "Servirá para que aquellos negocios que realmente tiene una mayor afectación de la pandemia puedan garantizar su continuidad hasta un escenario más favorable, de normalidad, como el que esperamos que haya de cara a Semana Santa".