José Luis Escrivá se perfila como el futuro ministro de Asuntos Económicos tras la previsible salida de Nadia Calviño a la Presidencia del BEI en enero. Escrivá pierde Seguridad Social y Migraciones tras culminar una controvertida reforma de las pensiones -cartera que asume Elma Saiz- y liderará ahora Transformación Digital, la última competencia que ostentaba Calviño, que de momento mantiene Economía, con el añadido de Empresa y Comercio.
Escrivá sonaba para ministro de Asuntos Económicos, según ha informado Vozpópuli, como economista reputado y por su conocimiento de los entresijos del funcionamiento y las negociaciones con la Comisión Europea, y dirigirá de entrada una cartera menor.
Que Calviño siguiera era una opción que nadie descartaba pero ha sorprendido en algunos sectores por el problema de gobernanza europea que plantea que mantenga una cartera en el Gobierno español a las puertas de su con toda probabilidad elección a presidenta del BEI. En contraste con su principal rival, Margrethe Vestager, que renunció a empleo y sueldo como vicepresidenta de la Comisión Europea en septiembre.
Ésta puede decidirse además en el Ecofin del próximo 8 de diciembre, y el mandato empieza el 1 de enero, con lo que el nombramiento de Escrivá para una de las competencias de Calviño se interpreta como un movimiento provisional. Además de la elección del BEI, en junio se abren los comicios a la Comisión Europea, a los que también puede optar la vicepresidenta primera.
Pocos cambios relevantes en el área económica del Gobierno. De momento el nombramiento de María Jesús Montero, que mantiene Hacienda y Función Pública, como vicepresidenta cuarta se interpreta como un premio y un gesto político.
Yolanda Díaz sigue con Trabajo y Economía Social -única cartera con peso económico de Sumar- y como vicepresidenta segunda, y Teresa Ribera con Transición Ecológica y Reto Demográfico como vicepresidenta tercera.
Se añaden dos nuevos ministerios del ramo. El hasta ahora Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana se divide en Transporte -que dirigirá Óscar Puente- y Vivienda -para Isabel Rodríguez- y se crea el de Transformación Digital. Y Jordi Hereu será ministro de Industria y Turismo.
Fichaje estrella en 2018
Calviño fue el fichaje estrella de Pedro Sánchez en junio de 2018 para su primer gobierno tras la moción de censura. No era muy conocida en España fuera de círculos socialistas y de funcionarios de ministerios económicos y en Bruselas y se presentó como la gran baza ortodoxa y conectada con la Comisión Europea. Empezó como vicepresidenta tercera tras Carmen Calvo y Pablo Iglesias y fue ascendiendo tras la renuncia del segundo y la crisis de gobierno de la que salió la primera.
Con enfrentamientos constantes con Podemos y con Yolanda Díaz y un desempeño discreto en política económica, su figura ha sido clave para la negociación con Bruselas del Plan de Recuperación, en la que ha conseguido un juicio favorable a reformas e inversiones controvertidas y con retrasos. Su Ministerio ha estado sujeto a una gran rotación de cargos. Su ex número dos nombró a dedo al marido de Calviño para un puesto de alta dirección de nueva creación en Patrimonio Nacional. El escándalo que se suscitó finalizó con la renuncia de éste.
Los últimos meses ha estado centrada en dejar atados distintos frentes mientras preparaba su candidatura a la Presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI). Aunque en junio ella misma se descartó para esta carrera, el 11 de agosto el Gobierno presentó su candidatura, que ha promocionado desde su calidad de Presidenta de turno de la UE en el Ecofin con el mandato de negociar el expediente de las nuevas reglas fiscales. Calviño siempre sostuvo que si era elegida presidenta del BEI -lo que se esperaba que se hubiera dirimido incluso en septiembre-, seguiría en el Gobierno hasta el 1 de enero, fecha en que empieza el nuevo mandato en el banco multilateral. Con el retraso de los comicios al Banco, mantiene abiertas las dos vías.
