Economía

España toma ventaja en la carrera por el Mundial 2030 con China como gran amenaza

Las autoridades españolas cuentan ya con el apoyo de toda Europa. El gigante asiático trabaja en una candidatura alternativa

  • Miquel Iceta, ministro de Cultura y Deporte del Gobierno de España.

España acelera en la carrera por el Mundial de fútbol 2030. La opción ibérica es a día de hoy la que más consenso genera, reivindican las fuentes consultadas, si bien será recién en 2024 cuando se celebrará el Congreso Mundial de la FIFA en el que se adoptará la decisión final.

Por lo pronto, el Gobierno considera el Mundial un "proyecto de país", y ha emprendido conversaciones con las distintas comunidades autónomas de cara a la estructuración del proyecto avanzado por la Federación (11 de las 14 sedes serían españolas).

La candidatura de España y Portugal cuenta ya con el apoyo cerrado de todas las federaciones europeas, según apuntan a este medio fuentes cercanas a la Real Federación Española de Fútbol. "Tenemos muchas posibilidades pero no está todo dicho, es un proceso complejo", señalan informantes próximos a la RFEF. Las mismas fuentes trasladan a Vozpópuli también confianza sobre la predisposición de los países de Oriente Medio tras el traslado de la Supercopa española a Arabia Saudí hasta 2029.

Argentina tiene a día de hoy avanzadas inversiones por alrededor de 100 millones de euros para mejorar sus estadios, frente a los 3.000 millones de inversión privada ya en marcha en España; resta ver el apoyo desde las arcas públicas del que dispondrán, y cómo evolucionarán en España los distintos frentes abiertos entre el presidente de la Federación, Luis Rubiales, y su par de La Liga, Javier Tebas

La opción ibérica compite, al menos, con la candidatura conjunta de Uruguay, Argentina, Chile y Paraguay. El leitmotiv de la propuesta sudamericana es la conmemoración del centenario del primer Mundial de fútbol, que se celebró a orillas del Río de la Plata. La federación de América del Sur puja con fuerza en lo simbólico pero tiene como principal desafío el factor económico. Agentes cercanos a la candidatura sudamericana reconocen que será una propuesta austera, que apelará a otras cuestiones, si bien son conscientes de que la infraestructura y la seguridad son cuestiones insoslayables.

Solo por dimensionar la distancia entre una y otra alternativa, Argentina tiene a día de hoy avanzadas inversiones por alrededor de 100 millones de euros para mejorar sus estadios -solo el de River Plate en Buenos Aires podría recibir la final-. Ello contrasta con los más de 3.000 millones de inversión privada ya en proceso en España vía ejemplos como el Real Madrid con el Santiago Bernabéu y el Barcelona con el Camp Nou -los únicos españoles que hoy podrían albergar el partido inaugural y el decisivo-, o las inversiones de otros clubes con cargo a la financiación del fondo CVC aliado con La Liga.

Otra cuestión será el grado de apoyo desde las arcas públicas del que dispondrán, y cómo podrían influir en la candidatura española los distintos frentes abiertos entre el presidente de la Federación, Luis Rubiales, y su par de la propia Liga, Javier Tebas.

China, otro posible gran rival para España

En cualquier caso, hay otra amenaza latente para España: la de China. Empresarios con interlocución con el ramo de deportes del Gobierno chino trasladan a este diario que las autoridades siguen trabajando en la candidatura para el 2030 pese a los rumores de que el coronavirus había echado por tierra dicho proyecto.

"Esos rumores vienen de países competidores; el Mundial 2030 se va a celebrar en China, el grueso de los patrocinadores actualmente son chinos y el Gobierno tiene un gran interés, sobre todo, en celebrar el Mundial justo después del de EEUU (2026)", llega a afirmar a este medio un representante de la comunidad empresarial china en España.

Si bien la FIFA ha tendido a no repetir sedes de los tres certámenes anteriores (lo que impediría una candidatura asiática), fuentes cercanas al ente rector del balompié puntualizan que existe margen y más bien impedimentos para no repetir la del Mundial inmediatamente previo (el de 2026 se celebrará en América del Norte)

La intención del Gobierno chino sería la de conseguir albergar el torneo con un equipo de jugadores con opciones de competir, algo que a día de hoy parece lejano. Es uno de los motivos que estaría sobre la mesa de las conversaciones para presentar la candidatura o retrasarla a 2034 o 2038. En este sentido, se ha especulado sobre conversaciones entre sudamericanos y asiáticos de cara a intercambiarse apoyos para las sedes de 2030 y 2034.

Lo que parece más claro es que el gigante asiático tendría con qué plantar cara a España a nivel de infraestructuras: el país viene de invertir más de 20.000 millones de dólares para albergar los Juegos Olímpicos de verano de 2008 y otros tantos para los de invierno de 2022.

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