El coste que tendrá la revalorización de los sueldos públicos y las pensiones que prepara el Gobierno se aproxima a los 24.000 millones. Estos dos colectivos dependientes del Estado sufren una merma en su poder adquisitivo por la inflación y, para paliarla, el Ejecutivo prepara subidas en el marco de los Presupuestos Generales del Estado (PGE).
En concreto, el Congreso y el Senado han aprobado ya una subida del 3,5% para los diputados en 2023, marcando la subida prevista para ese año del conjunto de empleados públicos. Según fuentes expertas, esto tendrá un coste para las arcas públicas de 5.400 millones de euros.
Además, el Ministerio de Hacienda y Función Pública ha ofrecido a los representantes sindicales una subida adicional del 1,5% en 2022, con carácter retroactivo a 1 de enero, que se sumará a la ya efectuada del 2%, lo que supondrá un gasto 'extra' de 2.250 millones, según las mismas fuentes.
Por su parte, las pensiones subirán el próximo año conforme a la inflación media del 2022, que previsiblemente se cerrará en el 9%. Una subida de las pensiones de esta magnitud supondría un gasto extraordinario de 16.200 millones, según los cálculos del Banco de España (BdE). El organismo calcula que cada punto adicional de IPC supone un gasto adicional de 1.800 millones de euros.
De esta forma, los 24.000 millones resultan de la suma de los 16.200 millones de subir las pensiones un 9% en 2023 y de los 7.650 millones de la subida a los funcionarios por este año y el próximo. Esta cifra no incluye la subida ya efectuada a pensionistas y funcionarios en 2022.
Otra subida en 2024: 13.000 millones más
Asimismo, Hacienda ha ofrecido a los sindicatos un acuerdo plurianual, que también incluye una subida del 2,5% en 2024, de la que un 2% será fijo y el medio punto restante dependerá de la evolución del IPC y el PIB, con un coste de 3.100 millones y 800 millones, respectivamente. Por su parte, para los pensionistas no hay nada previsto, pues la revalorización depende por ley de la evolución de la inflación en el año anterior, es decir, en 2023.
De esta forma, si se suman todas las cuantías que el Gobierno ha puesto sobre la mesa hasta ahora, incluida la de 2024 al completo, el coste de revalorizar las nóminas y pensiones conforme a la inflación se aproximará ya a los 28.000 millones. Y esto sin contar la subida de las pensiones en 2024.
Los servicios de estudios ya empiezan a hacer previsiones para 2023. Por ejemplo, la OCDE calcula que España podría cerrar el año con una inflación media del 5%. Si esto se cumpliera, las pensiones se revalorizarían en 2024 en esa misma proporción, lo que añadiría unos 9.000 millones a la factura.