España contratará a 16.350 marroquíes para las distintas campañas agrícolas que habrá en la temporada 2022/2023 como parte de la nueva edición del programa de migración circular de Gestión Colectiva de Contratación en Origen (GECCO). Una cifra que llama la atención por baja: antes de la pandemia, en 2019, la cifra ascendía a 19.179 marroquíes para este mismo trabajo, mientras que para 2020, se previó 19.000 contrataciones que no se dieron por la llegada del coronavirus.
Unas cifras, las de 2022, por las que se ha congratulado el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, pero que no satisface por completo al sector, ya que esperaban más refuerzos. 15.350 marroquíes trabajarán en Huelva, mientras que otros 1.000 trabajarán en las provincias de Albacete (Castilla-La Mancha) y Segovia (Castilla y León).
La cifra se ha acordado en la Reunión de Coordinación para el Acuerdo de Migración Circular, donde además de representantes de España y Marruecos, también ha habido patronales como la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja). Juan José Álvarez, su presidente, ha hablado con Vozpópuli sobre esta situación y ha señalado dos culpables: "La sequía y la reforma laboral".
El primer factor lo hemos ido contando en Vozpópuli a lo largo de este 2022: la falta de agua ha hecho que muchas cosechas se hayan echado a perder, de manera que el empleo para esta temporada se ha visto reducido. Esto, para Asaja, es un fenómeno circunstancial que en otras temporadas no tiene por qué repetirse. Las que sí volverán a darse son las negociaciones contractuales, que ahora han cambiado.
"Con la nueva reforma laboral, hay que contratarles siendo fijos o fijos discontinuos: ya no se les puede contratar para las campañas", señala Juan José Álvarez. Indica que el campo es el principal perjudicado por la reforma laboral del Gobierno, ya que ahora "hay que llamar siempre al mismo trabajador pueda o no, de modo que se reduce la mano de obra" en un afán de Trabajo por "engordar la cifra de fijos de manera ficticia".
El campo, de esta forma, queda fuera de los 90 días de excepción que tiene la ley para contrataciones previsibles y eventuales, ya que Trabajo considera que "las cosechas son previsibles, pero no eventuales", dado que se repiten año tras año, algo que produce que inspección de trabajo no permita que estos contratos estén en vigor. Es por este motivo que Álvarez señala que la reforma laboral "destruye empleo" en su sector debido a una legislación hecha "con un profundo desconocimiento del campo español".
De ahí que Álvarez, en nombre del sector, pida al Gobierno la eliminación de "baches y barreras" que impida la realización adecuada de las campañas y pide que "se les deje producir". Por ello, solicitan que a la eventualidad "se le apellidase con campaña agrícola, ya que salvaría muchos puestos de trabajo y ayudaría mucho al campo".
Por parte de la Unión de Pequeños Agricultores, también presentes en la reunión, la cifra "no es el 100% de lo que UPA Huelva ha venido solicitando pero valoramos positivamente la decisión" de aumentar en 5.000 los efectivos provenientes de Marruecos. Es decir, que aunque la satisfacción no es plena, ven con buenos ojos "el esfuerzo realizado por el Director General y la Subdirectora General de Gestión y Coordinación de Flujos Migratorios, Teresa Udaondo por los intereses de la campaña agrícola de Huelva".
Freshuelva, por su parte, quita peso a la reforma laboral y se muestra conforme con la decisión. "Habrá que hacer un proceso de selección para los que no repitan y ya está", señalan fuentes de la compañía, que aseguran tener los mismos trabajadores marroquíes que antes de la pandemia. Se congratulan porque las autoridades españolas y marroquíes hayan escuchado a los empresarios que pedían más personal.