El Fondo de Pensiones Noruego, que cuenta con activos próximos al billón de dólares, desinvertirá alrededor de 13.000 millones de dólares en empresas de crudo, gas y extracción de carbón, mientras que destinará unos 20.000 millones a compañías de renovables.
Así lo acordó el miércoles el Parlamento del país escandinavo, que tiene en este fondo soberano de pensiones el instrumento que invierte sus ingresos por el gas y el petróleo en activos en el extranjero, según EFE Dow Jones.
El fondo, que tiene alrededor del 6 % de su cartera en activos de combustibles fósiles, no retirará las inversiones en los gigantes petroleros, pero sí saldrá de las empresas de exploración y producción de energía más pequeñas, de acuerdo con la propuesta llevada al Parlamento por el Ministerio de Finanzas.
La medida podría afectar a sus inversiones en Estados Unidos, incluida su participación del 1,08 % en Anadarko Petroleum Corp. (APC), del 0,98 % en Occidental Petroleum Corp. (OXY) y del 0,96 % en EOG Resources Inc. (EOG).
Presiones de la sociedad civil noruega
La desinversión actual se produce en un entorno de presiones de la sociedad civil noruega para que este fondo público salga del negocio de los combustibles fósiles y fije una estrategia orientada a fuentes limpias de energía para cumplir los objetivos del Acuerdo de París sobre cambio climático.
Sin embargo, algunos analistas creen que la decisión de Noruega no es muy significativa porque el fondo mantendrá sus inversiones en los gigantes petroleros y del gas.
El fondo soberano noruego es uno de los más grandes del mundo, y tenía inversiones en casi 9.200 compañías a finales de 2018, de acuerdo con datos del Gobierno.
Cuenta con participaciones en cerca de 341 empresas de crudo y gas, la mayor parte en Estados Unidos, que supone el 31 % de su cartera.
Noruega creó este fondo soberano social en 1990 con los beneficios obtenidos de los yacimientos de crudo del mar del Norte.