La inflación es otra piedra en el camino de las empresas que se platean acudir a las convocatorias de los fondos UE, que cada vez son menos (apenas un 17% pretende solicitarlos, según el Banco de España). Las compañías reclaman al Gobierno que revise al alza los contratos públicos en línea con la subida de los precios energéticos para poder asumir el incremento de los costes de producción. De no ser así, hay riesgo de que algunos proyectos sufragados con fondos europeos queden desiertos y de que el Plan fracase, alerta CEOE.
En un informe de seguimiento de los Next Generation en España, la patronal pone el foco en que "la inflación y la insuficiente mano de obra" están "incidiendo negativamente" en ciertos sectores como la construcción "sin que se tenga en cuenta en el diseño de las licitaciones". "El Gobierno ha dejado fuera de la revisión de los contratos públicos la subida de la energía, a pesar del evidente impacto en la viabilidad de los contratos", añade.
La inflación se suma a otras problemáticas como los breves plazos para presentar propuestas, la exigencia de financiar de su bolsillo más de la mitad del presupuesto de los proyectos o el limitado peso del sector privado entre los destinatarios de las subvenciones. De esta forma, las empresas denuncian que el aumento de costes "supone un condicionante más para el desarrollo del Plan ya que, de no actualizarse los contratos, parte de los proyectos sufragados con fondos europeos podrían quedar desiertos".
CEOE asegura que las empresas ya venían denunciando esta situación desde hace meses, pero se ha agudizado con la crisis energética generada por la guerra en Ucrania. En esta línea, a principios de año la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) advirtió de que el pasado año alrededor de 500 proyectos de obras públicas valorados en 230 millones quedaron desiertos al no recoger los pliegos el impacto de la inflación.
Las empresas recuerdan que el sector de la construcción es clave en la ejecución efectiva de los fondos europeos, pues está "enteramente conectado" con las iniciativas más estratégicas del Plan, como la eficiencia energética, la digitalización y creación de infraestructuras para fortalecer la cadena de suministro, etc. De momento, CEOE calcula que apenas el 27% del dinero recibido desde Europa (19.000 millones hasta ahora) ha llegado realmente al tejido productivo.
Las reformas también amenazan los fondos UE
Hay que recordar que el Gobierno no aporta cifras actualizadas de ejecución real de los fondos europeos desde el pasado mes de agosto. El Gobierno se ha marcado como objetivo la movilización de 24.000 millones de estos fondos europeos entre enero y junio, pero la guerra podría dificultar la ejecución de los proyectos. Además, una parte importante del dinero se arrastra de 2021, puesto que el pasado año la Administración Central sólo desembolsó 11.000 millones a las CCAA (un 45% de lo previsto).
Además, el Ejecutivo tiene pendiente solicitar en este primer semestre otros 12.000 millones a Europa, el tramo más voluminoso del calendario; pero la "insostenible" reforma de las pensiones es uno de los aspectos que podría complicar el desembolso. CEOE también advierte que por el momento están "lejos" de alcanzar un acuerdo sobre otras reformas comprometidas con Bruselas para este 2022 a cambio de desbloquear más dinero, como el régimen de cotización de los autónomos, los planes de empleo, la ley de empleo y la reforma fiscal. Sin embargo, Bruselas ha dejado claro en varias ocasiones que ese consenso es importante.
Asimismo, el Gobierno trabaja en el diseño de la adenda al Plan de Recuperación que presentará a la Comisión Europea para solicitar 70.000 millones en créditos blandos que se sumarán a los otros 70.000 millones que España recibirá a fondo perdido. En este sentido, el Ejecutivo va un paso por detrás de Italia, Grecia y Portugal, que ya han solicitado estos préstamos. Las economías del Mediterráneo han sido las más perjudicadas por el impacto de la pandemia en el turismo, y por esa razón son las que más apoyo recibirán si lo solicitan en tiempo y forma.