Con el panorama político catalán de nuevo en el foco, el Producto Interior Bruto (PIB) de la región ha experimentado una fuerte ralentización, pasando de un crecimiento trimestral del 1,1% en el primer trimestre a sólo un 0,2% en el segundo, según los datos publicados por el Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat), organismo responsable de publicar trimestralmente la Contabilidad Regional.
El incremento ha quedado en la mitad de lo que estimó en inicio el Instituto catalán (0,4%) y de lo que esperaba la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), que el pasado 31 de julio, tras publicar el Instituto Nacional de Estadística (INE) la Contabilidad Nacional del segundo trimestre, proyectaba un crecimiento del 0,5% en Cataluña.
De hecho, el crecimiento de la región que gobierna Pere Aragonès también fue notablemente inferior al que registró el conjunto del país, que según avanzó el INE, fue del 0,4%. También hay diferencias en términos anuales: el PIB catalán creció un 1,5%, frente al 1,8% de la economía española. El Instituto de Estadística catalán avanzó un crecimiento anual del 1,8% el 31 de julio, pero finalmente lo ha rebajado tres décimas.
Antonio Pedraza, presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas, apunta que esto resulta llamativo teniendo en cuenta que "tradicionalmente su crecimiento ha venido siendo superior al nacional, de hecho en 2021 fue de ocho décimas más". En 2022 "creció igual que la economía española y es en la evolución del primer semestre de este año cuando se refleja un crecimiento inferior", recuerda.
Sobre los motivos, Javier Santacruz, economista e investigador de Civismo, apunta a la evolución de las exportaciones, que "fueron mucho mejor en trimestres anteriores" y esto afecta especialmente a Cataluña, "con fuerte atracción de turismo extranjero y cierta descorrelación con las típicas temporadas vacacionales". “Quizás el mayor peso que la industria tiene en Cataluña, y las dificultades de este sector a nivel europeo pueden estar pasando factura”, añade Pedraza.
En concreto, el sector exterior creció un 6,5% en tasa intertrimestral (frente al 9,1% del primer trimestre) y un 9,5% en tasa interanual (frente al 14,1% del primer trimestre). Para este dato se tienen en cuenta las ventas de bienes industriales, pero también de servicios, donde se incluye el turismo extranjero y el consumo que realiza en el territorio; ambos con un peso importante en la economía catalana.
Además, el consumo de los hogares cayó un 0,2% en términos trimestrales, mientras que la formación bruta de capital en bienes de equipo y otros activos (es decir, las inversiones) se contrajo un 0,4%, según los datos actualizados este jueves por el Idescat. En términos anuales, el consumo de las familias creció un 1,2% pero la inversión retrocedió un 2,6%.
En la presentación del informe Situación Cataluña de BBVA Research el pasado mes de junio, el economista jefe para España, Miguel Cardoso, ya apuntó que la recuperación estaría impulsada por las exportaciones de bienes y por el crecimiento del sector turístico, pero alertó de que sin nuevas inversiones, Cataluña podría estar llegando a su "techo" en turismo.
¿Recuperación del nivel prepandemia?
Respecto a la recuperación de los niveles prepandemia -una referencia ya habitual en el análisis del comportamiento de la economía regional, nacional, europea o internacional- los datos del Instituto de Estadística de Cataluña indican que la economía catalana lo logró ya en el segundo trimestre de 2022.
Sin embargo, según la serie trimestral elaborada por la AIReF, basada en los datos anuales de la Contabilidad Regional de España y Contabilidad Nacional Trimestral de España del INE, está aún un 1,1% por debajo del nivel que tenía en el último trimestre de 2019.
Fuentes expertas apuntan a que habrá que esperar a que el Instituto Nacional de Estadística publique la Contabilidad Regional Anual (el último dato es el de 2021 y se publicó el 19 de diciembre de 2022) para despejar las dudas que podrían plantear estas diferencias.
