Economía

La gasolina se encamina a la 'pesadilla' de los dos euros por las maniobras de Arabia Saudí

El mayor exportador de petróleo rebaja la producción junto con Rusia en plena escalada de la demanda. Una decisión que lleva al precio de las estaciones de servicio a sus peores niveles

  • Una mujer reposta en una gasolinera -

¿Puede volver el litro de gasolina a los 2 euros en España? La respuesta de los que conocen el sector de los carburantes e hidrocarburos es rotunda: “Sí y, por la tendencia que llevamos, lo raro es que no lo hiciera”. Una ‘pesadilla’ que ya se vivió en el verano de 2022, obligando al Gobierno a poner en marcha un descuento para contener su impacto en la inflación. Ahora, sin expectativas de un nuevo descuento, los carburantes se encaminan a los 2 euros con las miradas puestas en Rusia y, sobre todo, Arabia Saudí. 

“Los países de la OPEP, en general, están aumentando su producción, pero Arabia Saudí está haciendo el movimiento contrario, creando tensiones en el mercado”, detalla Philippe Waechter, economista jefe de Ostrum AM. “El precio del petróleo Brent, está aumentando y podría acercarse rápidamente a los 100 dólares por barril, que es el precio medio observado durante todo el año 2022”, asegura el analista. 

Una rebaja de la producción del mayor exportador de petróleo a nivel mundial que se une a otro factor clave: la subida de la demanda. Inés Cardenal, directora de Comunicación y Asuntos Legales de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos, apunta a una "demanda récord" en el mes de junio, por encima de lo conseguido en 2019. "Poca oferta y mucha demanda significa subida de precios", aseguran desde la AOP. 

Y este es el factor que determina que la gasolina y el gasóleo en España lleven 10 semanas consecutivas subiendo, según el Boletín Petrolero de la Unión Europea. En su dato de esta semana, sitúa a la gasolina 95 en 1,735 euros el litro y el litro de gasóleo en 1,634 euros. Precios un 8,5% y un 13,3% más caros, respectivamente, que en el inicio del último verano y por debajo de los 2,14 euros el litro que marcaron ambos carburantes en julio de 2022.   

Si se traslada a la estimación de lo que cuesta un depósito medio de 55 litros, el coste de repostar un vehículo diésel se elevaría hasta los 89,87 euros y 95,43 euros en el caso de un gasolina 95. Este repunte ha llevado a empresas como Repsol y Galp a lanzar promociones de descuento. En Francia, su petrolera de referencia, TotalEnergies, ha anunciado que vuelve a limitar en 1,99 euros el litro el precio de sus carburantes. El país vecino ya se acerca peligrosamente a los temidos 2 euros, con la gasolina 95 registrando un precio medio de 1,94 euros el litro y el litro de gasóleo con 1,88 euros. 

¿Hasta dónde va a llegar la gasolina? 

La duda es si la velocidad de subida del precio del carburante se va a mantener y cómo va contagiar al resto de la economía. “La contribución de la energía a la tasa de inflación volverá a ser positiva, revirtiendo lo observado desde principios de año. Además, la inflación ganará en persistencia desdibujando aún más el mensaje de los bancos centrales”, comenta Philippe Waechter.

Como recuerdan los analistas del banco japonés Nomura, los precios más altos del petróleo disparan los costes de los servicios públicos, la logística y el transporte. Un fenómeno que se traslada a la inflación. “Sin embargo, en comparación con ciclos anteriores, esperamos un menor traspaso a la inflación del IPC, debido a los subsidios y controles de precios minoristas, ya que muchos gobiernos buscan proteger a los consumidores de costos más altos”, pronostican desde Nomura. 

Sus estimaciones es que un incremento del 10% del precio del petróleo engorde el índice de precios al consumo de media en 0,2 puntos porcentuales para los países que dependen totalmente de comprar esta materia prima, como es el caso de España. Pero esta tendencia puede mantenerse más allá de 2023. “La Agencia Internacional de la Energía prevé que el consumo vuelva a aumentar en 2024 con la reanudación del crecimiento mundial, a pesar de que los márgenes de producción se reducen. Mientras Arabia mantenga una dirección bajista en su producción, el precio tendrá un sesgo alcista”, afirma Waechter.

Sin embargo, en comparación con ciclos anteriores, esperamos un menor traspaso a la inflación del IPC, debido a los subsidios y controles de precios minoristasNomura

La respuesta está en Rusia, Arabia Saudí y China. “Gracias a la dinámica energética asiática, el combustible destilado ha superado tanto a la gasolina como al crudo Brent durante los dos últimos meses, en contra de lo esperado”, explica Francisco Blanch, responsable global de materias primas y derivados de Bank of America. 

“Ahora que Arabia Saudí y Rusia están aplicando recortes conjuntos de la producción en un contexto de demanda creciente, la cuestión clave para los precios del petróleo es cuándo volverán a desalinearse los intereses económicos y políticos de los dos mayores exportadores de petróleo”, concluye el analista. Es decir, España y el resto de Europa vuelve a depender de las decisiones de dos ‘socios’ inestables para evitar una subida de precios. 

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