Su nombre es GMT Research y hasta hace unas horas era una gran desconocida en el mercado bursátil español. Sin embargo, esta firma de análisis con sede en Hong Kong ha sido capaz de estar en boca de todos después de propiciar un desplome en cadena en ACS (tanto la matriz como sus filiales internacionales Hochtief y Cimic). Precisamente, ésta ha sido la última víctima de los punzantes informes que GMT distribuye entre sus clientes, entre los que se encuentran numerosos inversores especuladores, especialistas en operaciones de ventas a corto. Y la próxima bien podría ser la propia ACS. Sobre ella, ya pesa la amenaza de la casa de análisis.
Los descalabros de Cimic (más de un 7%) y de Hochtief (cuyas acciones cayeron más de un 8%) llegaron después de que la prensa australiana se hiciera eco de un informe de GMT que ponía en duda las cuentas de la filial de ACS en el país oceánico. Un documento que habla de beneficios inflados hasta un 100%, ocultación de resultados negativos procedentes de alianzas con otras compañías, y dudas en torno a la adquisición de UGL en 2016, entre otros aspectos.
El informe desgrana a lo largo de siete páginas ilustradas con numerosos gráficos los motivos que justifican las citadas conclusiones y, según ha podido saber Vozpópuli, aparece acompañado de un vídeo de algo más de tres minutos de duración en el que Nigel Stevenson, uno de los socios de GMT, resume el contenido. El vídeo concluye con la recomendación de Stevenson a los clientes de vender todas sus posiciones en Cimic y añade que la firma estudia hacer lo mismo con ACS y con Hochtief, su filial alemana.
La caída en Bolsa registrada este lunes por ACS (3,5%) fue consecuencia de los desplomes de sus filiales. Sin embargo, una posible recomendación de venta de GMT podría despertar el interés de los bajistas en torno a los títulos del grupo de construcción y servicios presidido por Florentino Pérez. Del efecto de los informes de GMT pueden hablar los accionistas de algunas compañías asiáticas, especialmente chinas. Y a tenor de la reacción en Bolsa parece claro que los bajistas son fieles a las recomendaciones de la firma.
Un largo historial de víctimas
En el historial de "víctimas" de GMT figuran empresas como la aerolínea de bajo coste Air Asia, y los fabricantes chinos de material deportivo Anta y 361 Degrees. En todas ellas se repitió el mecanismo: a un informe de GMT que ponía en duda los resultados de las empresas le seguía una cascada de ventas que hundía las cotizaciones. En la mayoría de los casos, la reacción de las compañías también era idéntica: negar que las afirmaciones contenidas en el documento distribuido por GMT se correspondieran con la realidad.
Sin embargo, en la mayoría de los casos las empresas terminaban por comunicar al mercado una revisión a la baja de sus previsiones de resultados (lo que se conoce en el mercado como un 'profit warning'), algo que suele tener unas consecuencias devastadoras para la cotización.
La actuación de este tipo de casas de análisis no es novedosa en el mercado australiano, donde el informe de GMT acerca de Cimic ha traído a la memoria el caso de la gestora activos Blue Sky. Sus títulos cotizan actualmente en el entorno de 25 centavos de dólar australiano en la Bolsa de Sydney pero lo hacían por encima de los 10 dólares australianos no hace mucho tiempo, justo antes de que Glaucus, una firma similar de GMT, emitiera un demoledor informe sobre la contabilidad de Blue Sky. La compañía acabó por anunciar que rebajaba un 44% sus previsiones de beneficios.
Quiebras en Australia
Otra de las víctimas de Glaucus fue Quintis, que operaba en el sector forestal y que terminó por quebrar. El principio de su fin fue un informe de Glaucus en el que se aseguraba que la empresa valía considerablemente menos de lo que se reflejaba en su balance.
Eso sí, la de Cimic parece ser otra película, toda vez que se trata de uno de los grandes valores de la Bolsa de Sydney y el primer grupo constructor del país. Su capitalización bursátil equivale a algo más de 8.000 millones de euros. En teoría, no será tan sencillo derribarla, como sucedería en el caso de ACS. No obstante, la amenaza de GMT queda registrada con imagen y sonido.