El ministerio de Seguridad Social ha anunciado que "desplazará" los beneficios fiscales de los planes de pensiones privados a los planes de pensiones de las empresas -llamado planes de empleo-, una medida que perjudicará especialmente a los trabajadores autónomos que no están empleados a cargo de una empresa que pueda ofrecerles un plan de pensiones.
El Ejecutivo quiere acabar con las bonificaciones de los planes de pensiones por diversas razones: el efecto de esas deducciones es bastante "regresivo" (beneficia a los que tienen más patrimonio), los planes de pensiones individuales son "muy muy caros" y además generan "menos rentabilidad".
Así lo ha explicado el propio ministro, José Luis Escrivá, que quiere seguir el ejemplo del País Vasco, donde un 50% de los trabajadores tiene un plan de pensiones de empleo, es decir, un plan de pensiones de empresa en el que aportan tanto el trabajador como la compañía. En el conjunto de España el porcentaje de penetración de los planes de empleo es del 10%.
Aunque desde el sector el hecho de fomentar los planes de empleo se percibe como una noticia positiva, si se eliminan los beneficios fiscales de los planes de pensiones individuales (que ofrecen la posibilidad de desgravar en el IRPF por aportaciones de hasta 8.000 euros al año) ésto desincentivará la inversión en este producto y repercutirá al negocio de gestoras de fondos, muchas de ellas adscritas a bancos.
Opciones para los autónomos
Los trabajadores perderán capacidad de decisión, ya que no podrán elegir libremente abrirse un plan de pensiones propio y desgravar en el IRPF, y dependerán de que su empresa decida ofrecerles un sistema de previsión social para aprovecharse de las nuevas ventajas fiscales. Estos planes, frecuentes en las multinacionales, tendrían que calar en las pymes, que suponen un 99% del tejido empresarial español.
Los autónomos serían un colectivo de los más afectados, ya que no tienen una empresa que los respalde para poder ofrecerles un plan de pensiones de empleo y no podrán aprovechar las ventajas fiscales de los planes individuales.
Lorenzo Amor, presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA, la mayoritaria del sector), pide al Gobierno que antes de realizar cualquier cambio lo negocie en el diálogo social, con patronal y sindicatos.
"Tanto que se dice que hay que hablar pues que lo lleven al diálogo social, hay muchos autónomos que aprovechan los planes de pensiones porque su incentivo a la deducción fiscal, por lo tanto esos 1.700 millones de euros de los que habla el Ministro en deducciones sirve precisamente para promover que haya planes de pensiones y ahorro", explica a Vozpópuli.
Le parece "muy bien" que se fomenten los beneficios fiscales de los planes de empleo, pero cree que "cambiar las reglas a mitad de partido no es lo más justo".
Esperar a que los planes de empleo sean generalizados
Según los últimos datos disponibles de la patronal Inverco, los sistemas de planes de pensiones individuales acumulan un patrimonio en España de 79.850 millones de euros a cierre de diciembre de 2019, con un total de 7,5 millones de cuentas abiertas. Los sistemas de empleo acumulan 35.710 millones de euros, con un total de 1,98 millones de cuentas.
Ángel Martínez-Aldama, presidente de Inverco, considera que si los planes de empleo aumentan su propia cobertura (si más gente dispone de uno), entonces no habrá que eliminar una deducción al sistema individual, sino que, simplemente, de forma voluntaria, los individuos no los harán, "porque ya tendrán la cobertura empleo".
Mientras los planes de empleo no estén generalizados ni sean utilizados por todos los trabajadores, Martínez-Aldama cree que los incentivos fiscales a los planes individuales son necesarios para fomentar el ahorro.
De hecho, el sector repite con frecuencia que son necesarios aún más beneficios fiscales para que los planes de pensiones privados despeguen en el país.