En medio de la crisis sanitaria provocada por la Covid-19, el Gobierno maniobra para apoyar a una de las mayores cadenas hoteleras del país, Iberostar, envuelta en un pleito judicial en Estados Unidos por la ley Helms-Burton, según consta en los documentos a los que ha tenido acceso Vozpópuli. El grupo mallorquín, que fue demandado el pasado mes de enero por explotar un hotel presuntamente expropiado en Cuba, tiene de plazo hasta el 8 de julio para defenderse pero para hacerlo necesita el beneplácito de Bruselas.
En este sentido, la compañía solicitó a la Comisión Europea el pasado 15 de abril que le autorice para responder a la demanda presentada en los tribunales estadounidenses por una familia de origen cubano y la Secretaría de Estado de Comercio de España ya ha urgido a Bruselas a atender con rapidez la solicitud de Iberostar ante los riesgos que atraviesa la hotelera española.
Actualmente, la empresa que preside Miguel Fluxá se encuentra sumida en una "crisis sin precedentes" por el impacto de la pandemia en el turismo -apenas cuenta con el 10% de su personal activo en el mundo, tal y como reveló ella misma en una petición formal al juez- y si responde a la demanda sin autorización previa, se expone a una multa por parte de las autoridades europeas; pero, si no lo hace, podría perder posiciones en el litigio.
Hace meses, las autoridades europeas advirtieron a sus compañías susceptibles de ser demandas por esta ley que la existencia del Estatuto de Bloqueo les blinda y no tienen obligación de responder. De hecho, si lo hacen, deben contar con autorización previa de la Comisión Europea, que es lo que ha pedido ahora la hotelera española, convirtiéndose en la primera en hacerlo.
Sin embargo, con la negativa en la mano, los problemas del grupo turístico podrían no haber hecho más que empezar. El juez norteamericano podría mostrarse comprensivo y archivar la causa dado que Iberostar no puede defenderse, pero también podría decidir continuar con el juicio, lo que implicaría que la hotelera podría ser juzgada en rebeldía.
Además, lo que decida la comisión también va a sentar un importante precedente de cara a futuras demandas: si permite a Iberostar defenderse, es posible que eso de alas a nuevos pleitos contra empresas europeas.
España, en el ojo del huracán
Iberostar es sólo una de las multinacionales españolas golpeadas ya por la polémica ley Helms-Burton. Su homóloga Meliá también fue demandada el año pasado en los tribunales norteamericanos por sus hoteles en la isla, aunque en enero la jueza encargada del caso excluyó a la hotelera después de que los demandantes decidiesen centrar el pleito en las compañías americanas. Sin embargo, esto no significa que la compañía no pueda volver a ser demandada en el futuro.
Junto a Meliá, en noviembre de 2019 el grupo NH se vio envuelto en un pleito al amparo de la Helms-Burton con una familia estadounidense que reclamaba una indemnización millonaria por "traficar" con propiedades confiscadas, aunque unos meses después los demandantes decidieron retirarla voluntariamente. Finalmente, la entidad financiera BBVA también cuenta con una demanda que, por el momento, sigue su curso.
Iberia y Air Europa se han librado, de momento, de la Helms-Burton. Como Iberostar, ambas aerolíneas están avisadas de posibles demandas al amparo del título III de esta ley, pero nunca se han llegado a hacer efectivas ante la dificultad para pleitear con compañías que no son americanas y por la reciente compra de Air Europa por parte de Iberia, que alteró los planes de los demandantes, según pudo saber este medio.
Lo cierto es por ahora el magistrado que lleva el caso de Iberostar ha mostrado cierta sensibilidad al lío jurisdiccional de la demanda. Iberostar, que está asesorado por Bird & Bird y Holland & Knight, le pidió el pasado 23 de abril la suspensión del procedimiento hasta que la Comisión Europea se pronuncie y el juez ha aceptado la petición. Previamente, también accedió a la petición de la hotelera a ampliar los plazos para responder a la demanda, tal y como adelantó este diario.