Los diferentes Gobiernos de los países de la Unión Europea, empujados por esta última, están focalizando el futuro del automóvil prácticamente en una única dirección, la del coche eléctrico, con ayudas para la compra como las del actual Moves III que se están traduciendo en un crecimiento lento pero continuo de las ventas de este tipo de modelos, caros en la mayoría de los casos.
Pero lo que en España sin duda no avanza, o lo hace a un ritmo muy inferior por supuesto al del resto de Europa y sin duda muy por debajo de lo que sería necesario para impulsar el coche eléctrico, son las infraestructuras de recarga necesarias para poder dar servicio a los cada vez más numerosos eléctricos que circulan por España. Porque si los fabricantes sin duda están haciendo su trabajo con modelos cada vez más preparados para cubrir largas distancias con sus elevadas autonomías, el Estado no hace lo propio con todo lo referente a los puntos de recarga.
Uno de los que ha alzado la voz ha sido Kia Motors Iberia, cuyo director general, Eduardo Dívar, ha afirmado precisamente en la presentación de su nuevo eléctrico EV6 que "no es de recibo" que en España, por burocracia, se tarde de media casi 12 meses en poder instalar un punto de recarga en la vía pública.
Dívar ha asegurado que la red de recarga en España del vehículo eléctrico es "deficiente", por lo que ha reclamado más colaboración público-privada en la materia. En su opinión, para que el vehículo eléctrico sea atractivo, además de contar con ayudas a la compra, es necesario que se "unifique" la legislación que le afecta.
Como ejemplo ha dado a conocer los muchos problemas que está teniendo la marca en la instalación de un punto de recarga proyectado junto a la energética EDP en Huesca donde el propio Ayuntamiento no les permite montarlo simplemente por estar en la vía pública. Su ubicación es junto a un concesionario de Kia, para que pueda ser usado por todos los conductores y no solo por los clientes de la marca surcoreana, y toda la inversión corre a cargo de la propia matriz española de Kia.
Casi 250 nuevos puntos
Kia y EDP quieren tener listo para antes del verano de 2022 una red de cargadores ultrarrápidos que se distribuirá por toda España. Treinta y nueve serán de 150 kW y uno de 350 kW. A esta red se uniría la de 217 puntos que Kia quiere instalar en su red española de concesionarios, que en este caso serían de 50 kW, de 25 kW y de 7,7 kW.
Pero para ello, ha advertido, necesitan la colaboración de las administraciones públicas y que eliminen la burocracia que está retrasando el desarrollo de una infraestructura red de recarga del vehículo eléctrico en toda España. También ha lamentado que, debido a las diferentes legislaciones autonómicas, en algunos lados un eléctrico no pague por aparcar en las zonas reguladas de estacionamiento y en otras sí; lo mismo que sucede con el acceso a los peajes o a los carriles bus-vao de alta ocupación.
A su juicio es necesaria una uniformidad de criterios ya que La Ley de Cambio Climático obliga a las localidades españolas de más de 50.000 habitantes (unas 149) a crear, antes de 2023, zonas de bajas emisiones. Así, ha recordado, se lo trasladaron recientemente con motivo del Salón Internacional del Automóvil de Barcelona al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a la ministra de Industria, Turismo y Comercio, Reyes Maroto.
Pero todo el desarrollo del coche eléctrico no debe esconder la realidad que supone todavía en España el automóvil, la mayoría de las ventas de combustión, y cree que el Gobierno debiera volver a poner en marcha un Plan Renove de ayudas a este tipo de turismos que permita retirar a los más contaminantes de la circulación y permitir así avanzar en el rejuvenecimiento del parque de turismos, algo que con las medidas actuales no está funcionando y que no puede estar supeditado al desarrollo del coche eléctrico, todavía en precios muy por encima de los modelos equivalentes de combustión.