El Gobierno ultima los detalles de la apertura de los comercios, pese a que hasta el momento ha evitado poner sobre la mesa fechas concretas. En esta línea, en los últimos días ha remitido a patronales, asociaciones de comerciantes y sindicatos el borrador de una guía de buenas prácticas, al que ha tenido acceso Vozpópuli, en el que recoge diferentes recomendaciones para todo el sector comercial.
En este sentido, el Ejecutivo ha remitido este documento a los actores señalados con el objetivo de que devuelvan sus valoraciones antes de este martes, cuando está convocado el Consejo de Ministros en el que se aprobará el plan de desescalada. "Esta guía de buenas prácticas pretende dar respuesta a las inquietudes y dudas generadas en el sector comercial, ayudándoles a adoptar las medidas más adecuadas que garanticen la seguridad del personal y del cliente", explica el borrador, elaborado por la Secretaría de Estado de Comercio.
Las recomendaciones, que beben de las instrucciones del Ministerio de Sanidad, atienden a las especificidades del sector comercial, por lo que el documento hace hincapié en que la distancia recomendada vendedor-cliente y entre clientes será de al menos 1 metro cuando se cuente con elementos de protección o barreras, o de 2 metros sin estos elementos, tanto en el proceso de compra como en las colas de atención y de pago.
Entre las medidas destacadas, el Gobierno explica en el documento que, al ser la fiebre alta uno de los síntomas de la Covid-19, "todos los trabajadores se realizarán un control diario de la temperatura antes de salir de su vivienda". Si tienen más de 37,5 grados, explica el Ejecutivo, no irán a la tienda y llamarán al contacto médico habilitado por la compañía.
No obstante, pese a que la recomendación es que cada uno utilice el termómetro antes de salir de casa, el borrador recoge que, antes de entrar en el lugar de trabajo, -y si así lo quiere la empresa- el personal propio y ajeno podrá ser sometido a un control previo sanitario, consistente en la toma de temperatura y declaración por el empleado de no ser consciente de haber tenido síntomas de coronavirus, algo que, como contó este periódico, ya están haciendo compañías como El Corte Inglés y lo pretende hacer también el gigante textil Inditex.
En este caso, dice el texto, la toma de temperatura se realizará manteniendo las distancias de seguridad y sin registrar los datos. "Si esta temperatura es superior a 37,5°, no se permitirá el acceso al lugar de trabajo y se procederá a su aislamiento temporal. Asimismo, se les proporcionará una mascarilla debiendo seguir las instrucciones del servicio médico. El rechazo al acceso deberá ser registrado por la empresa y comunicado a la persona trabajadora", recoge el borrador.
Mascarillas en algunos casos
En el caso del uso de las mascarillas, el Gobierno insiste en que se utilizarán solo cuando no pueda garantizarse la distancia mínima de seguridad entre el personal (aproximadamente dos metros). En concreto, en este caso los empleados deberán llevar una mascarilla quirúrgica y, donde así lo requiera la evaluación de riesgos del puesto de trabajo, mascarillas auto-filtrantes contra partículas FFP3 o FFP2.
"Dada la situación de emergencia, en caso de dificultades de suministro y con el único propósito de prevenir la propagación del virus, se podrán utilizar mascarillas cuyo tipo corresponda a las indicaciones de la autoridad sanitaria", asume el Ejecutivo. Asimismo, en los casos en que la distancia mínima no pueda respetarse, los empleados llevarán guantes de protección y ropa de trabajo de manga larga.
Por otra parte, el documento recoge que, siempre que sea posible, se debe establecer un sistema de trabajo en turnos, con rotación de empleados "para minimizar riesgos", sin que varíe la atención y servicio a los clientes. Se trata, explica el Ejecutivo, de limitar el número de trabajadores coincidentes (jornadas partidas, mantenimiento, etc.), así como individualizar, en la medida de lo posible, aquellas tareas que se realizaban en pareja, o, si no lo fuera, manteniendo las distancias de seguridad.
"La organización del trabajo facilitará la entrada de los trabajadores de forma escalonada, sin aglomeraciones", recoge el borrador, que apunta además a que se deberá suspender el fichaje con huella dactilar sustituyéndolo por cualquier otro sistema.
Probadores cerrados
La guía elaborada por el Gobierno recoge pequeñas recomendaciones por sectores, específicas y diferentes a las del comercio en general. En el caso de la alimentación, el Ejecutivo recomienda que, si el producto de alimentación se encuentra expuesto directamente al cliente sin envasar, se deberá proteger en vitrinas, plástico, cristal, metacrilato o cualquier otro material que garantice su higiene. "En el caso de productos de la pesca o de frutas y verduras y hortalizas en despacho asistido podrá establecerse una distancia de seguridad entre el cliente y los productos adaptada al tamaño del establecimiento", concreta el borrador.
En el sector textil, por su parte, el borrador del Gobierno explica que los establecimientos comerciales que dispongan de probadores deberán valorar "el cierre temporal de los mismos o su apertura parcial (alternando uno abierto con uno cerrado)! y procediendo a su limpieza tras cada uso. Además, explica el borrador, las prendas que hayan sido objeto de prueba "deberán ser desinfectadas o puestas en cuarentena, durante 48 horas, recogiendo y manipulando estas con guantes desechables".
En el caso de las joyerías, si se realizan pruebas de artículos, el vendedor deberá usar mascarilla y guantes y el cliente mascarilla y guante largo o cubierta de plástico (por ejemplo, film) desechable que cubra la parte necesaria del cuerpo dependiendo de dónde se pruebe la sortija o reloj.
Con todo, el borrador será aprobado de forma definitiva en los próximos días para que, cuando el Gobierno haga públicas las fechas de las aperturas, los comercios puedan tener listas sus instalaciones.
